{Un nuevo despertar} - {Regina}

por **Mallory Kenway** Lun Jun 24, 2013 8:28 pm

Una sucesión de recuerdos se encontraban surcando por mi mente, de forma lenta y perezosa, recordándome quién era, quién había sido... yo era Maléfica la bruja mas poderosa y temida que había existido. Una bruja con unos poderes tan grandes que nadie que se hubiera cruzado en mi camino había resultado rival, había enviado a la tonta de Aurora al sueño eterno y al bobalicón de Felipe le había convertido en un monstruo, un monstruo que se había encontrado en captura por los caza recompensas... la misma Maléfica que había sido la mejor, y única, amiga de, a la que en ese momento apodaban, la reina malvada. Una amistad que se había desarrollado con años de negociaciones y conspiraciones juntas, una amistad que por otro lado se había encontrado pendiendo de un hilo en el momento en que yo había desistido de la idea de la venganza, del gusto de aterrorizar y me había limitado a una existencia relativamente tranquila en mi palacio y ella había insistido en su venganza contra su hijastra, Blancanieves. Cuándo, por mucho que la advirtiera de que hacerlo, lanzar la maldición sobre el bosque encantado, no le daría la paz y la felicidad que esperaba encontrar una vez consiguiera su venganza contra Blancanieves, una venganza que nunca le devolvería lo que realmente quería... Otros recuerdos pasaron por mi mente, me encontraba en una especie de sótano... pero no me encontraba en mi forma humana, si no bajo la apariencia de una temible dragona enfrentándose a una chica rubia de no mas de 30 años llevando con ella una espada que me era vagamente familiar... luego... oscuridad, una insondable oscuridad a la vez que oigo una voz vagamente familiar muy cerca de mi.

Noto como una extraña ligereza me recorre el cuerpo, como si me encontrara encima de algo suave y cómodo, me noto el cuerpo pesado, ligeramente rígido, intento moverme, pero éste no responde a mis intentos de movimiento. Resignándome, momentáneamente, a permanecer quieta, agudizo el oído tanto como me es posible, intentando captar de nuevo esa voz vagamente familiar que oí entre mis recuerdos pero solo soy capaz de oír pequeños sonidos discordantes, desconocidos que no se de dónde pueden venir, haciendo que necesite recuperar el control de mi propio cuerpo, de poder manejar y controlar la situación. Intento abrir los ojos, y con frustración me doy cuenta que éstos aún no responden a ninguno de mis intentos para abrirlos. A pesar que me noto la boca seca, intento emitir algún sonido pero lo único que consigo es soltar un gruñido que recuerda mas a mi forma de dragona que a cualquier apariencia humana. La frustración y la rabia por encontrarme postrada en un lugar que no conozco, rodeada de sonidos que no conozco y sin poder tener el control de la situación no hace mas que augmentar a cotas insospechadas... fuera quién fuera quién me tuviera en esa situación... sabría quien era cuando despertara.

por **Regina Mills** Lun Jun 24, 2013 10:26 pm

Banda sonora
Era un camino difícil de seguir. Había prometido que no haría magia, pero a pesar de todo, le debía un gran favor a mi mejor amiga. Le había hecho pasar por un tormento que no se merecía y ahora tenía la ocasión de pedir disculpas. Cuando me enteré de que había una mujer joven y atractiva cuya alma estaba condenada a permanecer atrapada dentro de su cuerpo por toda su vida mortal, supe que había dado con lo que necesitaba.

Maléfica era bastante coqueta cuando quería. Si le devolvía la vida, tendría que ser en un recipiente que le hiciera sentir a gusto consigo misma. Y aquella joven era apropiada. Cuando volví de la cocina y la observé dormir dejé las cosas sobre la mesa y empecé a observarla, ignorante de que ella me podía escuchar. Aunque eso era lo que más fuerzas me daba para sincerarme.

_ Confieso que no esperaba que llegásemos a esta situación. Hemos sido amigas durante muchos años, pero nunca he sentido tanto que era necesario que te encontrases bien._ miraba a sus ojos cerrados, sintiéndome cada vez más culpable. No tardaría en despertarse._ Entiendo lo enfadada que debes estar. Pero si te consuela, tenías razón. La venganza no me hizo feliz.

por **Mallory Kenway** Miér Jun 26, 2013 11:48 am

Aún bregando por recuperar el control, solté otro gruñido de frustración esto era algo que no podía soportar, necesitaba recuperar el control de todo antes de que me volviera loca. Los sonidos volvieron a escucharse y permanecí alerta, intentando identificar cualquier cosa que pudiera resultarme conocida, cualquier cosa que pudiera hacer que determinara quién me tenía allí de esa forma para encontrar la mejor manera de hacerle pagar por su ofensa, pero lo último que había esperado oír fue la voz que escuché, la voz que pude determinar en cuestión de segundos, una voz que realmente me parecía mas que conocida... Regina, así que era ella la que me tenía en esa situación. Durante un momento dudé entre enfadarme aún mas o intentar relajarme un poco, pero fueron sus palabras las que tomaron la decisión por mi e hicieron que me relajara un poco mientras analizaba atentamente lo que me estaba diciendo. Obviamente no sabía que la estaba oyendo, que podía oír sus palabras y que estas probablemente calmarían un poco mi furia aunque no por ello dejaría de estar molesta, odiaba la falta de control, el no poder controlar lo que sucedía a mi alrededor y eso era algo que, por el momento, estaba pasando aquí pero que esperaba que cambiara en el momento en que finalmente pudiera recuperar el control de mi cuerpo algo que, sinceramente, esperaba que sucediera lo mas pronto posible, no entendía porqué, pero una parte de mi, tenía ganas de verla de nuevo.

Tras unos minutos mas, intenté de nuevo moverme, empezando intentando mover los dedos de la mano que, finalmente, respondieron moviéndose al principio con cierta lentitud para luego hacerlo un poco mas rápido. Paso seguido intenté mover el brazo y lentamente lo dirigí hacia mi cabeza, en el momento que lo conseguí, noté que mi cabello no era como lo recordaba, éste estaba suave y sedoso y parecía ser mucho mas largo de lo que podía recordar... Mi siguiente intento fue intentar abrir de nuevo los ojos, algo que finalmente conseguí al tercer intento dejándome vislumbrar una sala que me pareció realmente extraña, nada a ver con lo que mis recuerdos me habían mostrado. Algo vacilante, intenté incorporarme con éxito para observar como una cascada de un pelo liso y castaño reposaba sobre mis hombros, extrañada, observé mis manos y las partes de mi cuerpo que podía vislumbrar y ninguna de ellas eran en absoluto lo que recordaba. Soltando un ligero bufido giré mi mirada por la sala hasta encontrarme finalmente con Regina, no iba a negar que ese cambio de vestuario que podía ver en ella no le quedaba nada mal, si no que hasta se podría decir que la favorecía, pero aparté rápida y velozmente esos pensamientos de mi cabeza e intenté centrarme en lo que ahora importaba —¿qué esta pasando aquí, qué es este lugar y sobretodo porqué mi aspecto ni mi voz son los que deberían ser? Finalmente la lanzaste ¿es así? —clavé la mirada en ella unos segundos antes de seguir hablando— y no te dejes ni un detalle Regina, que nos conocemos —por el momento no iba a decir nada sobre lo que la había oído decir, en primer lugar necesitaba toda la información posible sobre la situación que ella misma había creado a partir de la maldición y luego... ya me encargaría de lo demás.

por **Regina Mills** Miér Jun 26, 2013 4:52 pm

Había despertado. Se observaba sin entender qué ocurría. Era difícil de explicar, desde luego. La maldición, su encierro de 28 años. Su rostro era distinto, pero sus ojos tenían esa misma mirada maliciosa, inteligente y serena. Era mi mejor amiga y estaba cansada de estar sin ella.

_ Lo Hice Maléfica, lancé la maldición. Y te encerré bajo la biblioteca, para que guardases el detonador del hechizo._ me senté con ella, realmente culpable, mirándola a los ojos._ Ahora entiendo lo que quisiste decirme. He desistido de la venganza, y trato de redimirme de todo cuanto hice. Por eso te he traído de vuelta. Pero para hacerlo he tenido que buscarte un nuevo cuerpo porque durante la maldición... te asesinaron.

Sabía que eso encendería la llama de la venganza en ella, pero no se lo podía permitir. Si era necesario tendría que negarle su magia. Ella no sabía como estaban las cosas ahora, mi nueva situación. Ella desconocía que yo ahora era "buena", por decirlo de algún modo.

_ Quise encontrarte un cuerpo que pudiese gustarte. Sabía que querrías ser joven y hermosa.

por **Mallory Kenway** Vie Jun 28, 2013 8:45 am

Entrecerré los ojos, observándola atentamente y escuchando sus explicaciones y luego negué ligeramente con la cabeza antes de soltar un ligero suspiro —y me castigaste por haberte advertido de que no te iría bien en tu afán de encontrar la venganza —suspiré de nuevo y le mantuve la mirada con fijeza— me tuviste encerrada en forma de dragona porqué te convenía tenerme vigilando que nadie pudiera destrozar tu venganza —negué de nuevo con la cabeza— y te costó unos cuantos años más darte cuenta de tu tremendo error. No quiero decir “te lo dije”, pero es lo que hay, te lo dije y no me hiciste caso —negué de nuevo con la cabeza— tuviste que darte de bruces para darte cuenta de ello, supongo que de todo se aprende —me encogí de hombros y me aparté un mechón de cabello del rostro, me iba a costar acostumbrarme al nuevo aspecto, pero no negaba que me sentía extrañamente cómoda en éste nuevo cuerpo— la rubita con la espada ¿no? —recordé invocando de nuevo ese recuerdo que había pululado por mi mente antes de que me despertara— un día de estos voy a tener que tener una charla muy seria con ella —sonreí maliciosamente, no tenía intención de hacer que la sangre llegara al río, pero me conformaría en ver el temor en su cara, en meterle el miedo en el cuerpo por un tiempo, eso me sería mas que suficiente, hacía mucho que había aprendido que la venganza no era el mejor camino, que había cosas mucho mejores que eso, pero no perdía nada asustándola un poco.

Sin decir nada, me incorporé y la miré fijamente. Si, definitivamente estaba mas atractiva así, pero no era algo que fuera a admitir de buenas a primeras. Ladeé la cabeza permaneciendo un poco mas en silencio antes de decir nada —quiero un espejo, quiero ver si realmente puede llegar a gustarme —intenté que mi voz sonara lo mas firme que pudiera, pero me seguía sonando extraña, sabía que tardaría un poco a acostumbrarme a ella, pero tarde o temprano terminaría haciéndolo— hasta que no pueda verlo con mis propios ojos, el resultado completo, no voy a creerme nada —me mordí el labio y di una pequeña vuelta sobre mi misma para luego observarla de nuevo con una sonrisa calculadora— entonces, la mayoría me dan por muerta —le pregunté pero era mas una afirmación que una pregunta— interesante, muy interesante —me crucé de brazos y la observé de nuevo— si tuviste éxito en meterme en un nuevo cuerpo, eso quiere decir que alguien trajo la magia a este mundo y no se porqué tengo la sensación de que tiene que ver con la rubita y el huevo que hace unos terminó en mi estómago —levanté una ceja lentamente— ¿dónde esta mi cetro Regina? —esperaba una respuesta a esa pregunta, iba a recuperar mi cetro si o si, eso era algo que no admitía réplica y era algo que necesitaba tener conmigo.

por **Regina Mills** Vie Jun 28, 2013 3:00 pm

Banda Sonora
Podía decir que Maléfica se lo había tomado muy bien para lo que podría llegar a ser. Nuestra amistad era más fuerte de lo que yo recordaba. No pude evitar sonreír cuando me dijo que me lo había dicho. Sí, ella me lo había dicho, sin duda. Y yo no la había escuchado. Pero si no hubiese lanzado la maldición, probablemente mi deseo de venganza hubiese terminado conmigo de algún otro modo.

_ Sí, me lo dijiste. Y yo no te escuché. Estaba desesperada por hacer sufrir a los demás._ Me puse en pie y la miré a los ojos. Casi podía seguir el hilo de sus pensamientos. Estaba pensando en qué hacer con Emma._ Yo en tu lugar no me preocuparía por la rubia. Tiene gracia pero... si ella no te hubiese matado, yo no habría podido traerte de vuelta.

Me pidió un espejo y yo le señalé un espejo de cuerpo completo que había traído para la ocasión. Supe que ella querría observarse, comprobar que no me equivocaba. Al igual que sabía que me pediría su cetro, y eso era un asunto más turbio de lo que me hubiese gustado admitir.

_ Tu cetro está en posesión del ser oscuro.

por **Mallory Kenway** Dom Jun 30, 2013 7:58 pm

Durante unos segundos mantuve la expresión completamente seria, mientras esbozaba una sonrisa diabólica, así que ella había pensado que realmente pensaba en tomar represalias, así que dejé que siguiera creyéndolo un poco mas —bueno, quizás una rubita a la plancha sería mucho mas atractiva, o quien sabe, quizás pueda hacer también a su padre a la plancha —negué de nuevo con la cabeza y finalmente dejé escapar una carcajada— no te preocupes Regina —dije finalmente esbozando una sonrisa que pretendía ser tranquilizante— solo quiero darle un sustito, meterle un poco de miedo en el cuerpo, pero nada mas —suspiré y me dirigí lentamente hacia el espejo— yo dejé el camino de la venganza antes de que tú lanzaras la maldición ¿recuerdas? —me quedé unos momentos delante del espejo antes de mesarme lentamente el cabello antes de decir nada mas al respecto— se perfectamente que si la rubita no se hubiera cargado el decrépito cuerpo que tuve en un pasado no estaría en este —musité mientras me recorría el tallo del cuerpo para observar atentamente sus curvas— nada despreciable, definitivamente no tienes mal gusto en absoluto —le dirigí una mirada a través del espejo fingiendo estar total y completamente concentrada en los pormenores de mi cuerpo mientras observaba el suyo, no terminaba de entender que era lo que me estaba pasando con ella, por qué cada vez que la miraba la veía aún mas atractiva, era prácticamente como si la viera por primera vez pero conociéndola mejor que nadie, me sentía ligeramente extraña, no lo negaría, pero prefería pensar que eso tenía mucho mas relación con el hecho de que aún me estaba acostumbrando a mi nuevo cuerpo que a otras cosas— me alegra que al final pudieras comprender que la venganza no te llevaría a ningún sitio, solo a la desolación y la desesperación —al oír sus últimas palabras tomé un par de respiraciones para intentar calmarme de nuevo y luego me giré bruscamente— ¿cómo que ESE tiene MI cetro? —dije dejando finalmente la calma para otro momento— bien, eso no va a quedarse así —empecé a pasearme por la sala ingeniando la mejor manera para recuperar mi cetro sin tener que crear un río de sangre, pero sabía que si era necesario no dudaría ni un segundo en quemar su casa entera, con él dentro si era necesario— voy a tener que cruzar unas cuantas palabras con ese... ser tan... entrometido —dije mientras mi tono empezaba a helarse— aún no le devolví que mandara a tu yerno de visita —entrecerré los ojos mientras calculaba las posibilidades de darle su merecido al oscuro y que de una vez por todas se le bajaran un poco los... humos, los tenía demasiado creciditos para mi gusto...

por **Regina Mills** Lun Jul 01, 2013 2:04 am

Sabía que a Maléfica le gustaría el cuerpo que había escogido para ella. La forma en que se comprobaba la figura me lo dejaba claro. Aunque yo no hubiese descrito su primer cuerpo como ella lo hizo. Por un momento me pareció que su reflejo me estaba mirando a mí. Pero aquello era un tontería, ella sabía muy bien como era yo. Casi me pareció divertido que quisiera darle un susto a Emma, porque yo también se lo debía.

_ Debería haber escuchado a mi vieja amiga desde el principio. Ahora que lo he hecho soy feliz._ Me puse en pie, con intención de acercarme a ella, pero mis palabras provocaron una reacción que yo ya había calculado. A pesar de todo, traté de mantener la calma._ No te preocupes por tu cetro. Lo recuperaremos, pero te imploro que tengas un poco de paciencia.

Cada expresión que ponía en ese rostro me recordaba cuando ambas éramos jóvenes brujas. Tenía que quitarle de la cabeza las ideas que tenía. Su cetro la obsesionaba, y yo lo tenía bien claro, ya que le facilitaba mucho el uso de su magia. En especial en este mundo, en el que mis poderes habían estado bloqueados.

_ Pero antes de nada nos vamos de compras._ Le pedí, porque la ropa que llevaba era mía, y estaba segura de que podría distraerla haciéndole pensar cuál sería su estilo en este mundo.

por **Mallory Kenway** Lun Jul 01, 2013 3:20 pm

Ladeé ligeramente la cabeza, observando cómo se acercaba y esbocé una ligera sonrisa, definitivamente ella estaba mas atractiva ahora, a pesar de estar furiosa por el paradero de mi cetro, me estaba resultando imposible estar furiosa con ella, estaba furiosa con el oscuro, con ese impresentable no con ella —aunque tenga que hacer arder su casa y su tienda enteras estando él dentro —dije en un susurro apenas audible finalmente, si, me gustaba la idea de que nadie supiera que había vuelto, pero tampoco iba a permitir que mi cetro estuviera en manos ajenas y menos en las suyas— ¿qué hay de esa muchacha que parece ser su debilidad, Regina? —pregunté mientras mi cabeza empezaba a maquinar, sin poder evitarlo, las mil y una combinaciones para conseguir mi objetivo— sabes que la paciencia nunca ha sido una de mis virtudes —negué con la cabeza— no voy a tolerar que ése tenga algo que me pertenece —negué de nuevo con la cabeza y finalmente solté un ligero suspiro antes de darme la vuelta para mirarla— pero, solo por esta vez, voy a intentar mantener la calma, pero no va escaparse de mi cólera eso te lo puedo asegurar —me giré de nuevo, dándole la espalda unos momentos mientras volvía a colocarme lentamente el cabello.

Levanté ligeramente una ceja en cuando dijo de ir de compras, eso podía significar simplemente ir tienda por tienda y probándonos todo, era cierto que la idea no me desagradaba lo mas mínimo pero... una parte de mi se revelaba ligeramente —no me importa seguir llevando tu ropa —susurré pensando que no lo había dicho en voz alta— huele a ti —seguí tranquila con la seguridad de que ella no había oído lo que había susurrado, que no lo había susurrado si no que simplemente lo había pensado— estas realmente atractiva así —ajena a que estaba oyendo lo que pensaba que estaba pensando me aparté de forma pausada el cabello y luego me giré esbozando una ligera sonrisa— pero si quieres ir de compras, yo no voy a oponerme —levanté un dedo en forma de advertencia— pero que sepas, Regina —seguí con un tono serio y hice una pausa— que me doy cuenta de que ésto es una maniobra para hacer que me relaje —diciendo eso me acerqué a ella y me quedé a unos cuantos centímetros— supongo que, ya que todo el mundo me da por muerta, no sería divertido que se descubriera el pastel antes de hora —negué de nuevo con la cabeza— pero solo por eso, voy a contenerme de ir y calentarle el culete de una llamarada a ese ser —era cierto que también era por que ella me lo había pedido pero no estaba dispuesta a aceptar eso, no por el momento— así que si... vámonos de compras —solté un suspiro como si realmente me aburriera la idea a pesar de estar ligeramente fascinada con la idea de ver mas allá de las cuatro paredes que se encontraban a nuestro alrededor, y que, según deducía debía ser su casa.

por **Regina Mills** Lun Jul 01, 2013 4:20 pm

Ella debió pensar que no la había oído, pero había dicho que le gustaba mi ropa porque olía a mí. A mi cabeza acudió la imagen de Maléfica oliendo mis prendas, y para mi sorpresa aquella imagen no me desagradó. Sin embargo me dejó aturdida cuando se me acercó. Le parecía atractiva vestida como lo estaba. Había algo raro en su comportamiento desde un inicio, pero prefería no ahondar en ello.

_ Sí, me has descubierto. Quiero que te sosiegues y te des cuenta de que no tienes que ocuparte de estas cosas. Soy la alcaldesa. Yo moveré los hilos y conseguiré tu cetro. No tienes que hacer nada._ La miré a los ojos, sonriendo._ Busquemos algo para ti. Ya verás lo guapa que vas a estar y las miradas que vas a atraer.

Le sonreí, esperando que comprendiese mi punto de vista. En este mundo las cosas eran distintas. A veces había que tener paciencia, pero se podían lograr muchas cosas sólo a base de un par de firmas y un par de billetes. Aunque eso era algo que ella desconocía por completo.

_ Vas a ser la envidia de todo el pueblo, ya verás.

por **Mallory Kenway** Jue Jul 04, 2013 1:48 pm

Levanté ligeramente una ceja al oír sus palabras y ladeé la cabeza pensativa, mientras reflexionaba detenidamente sobre lo que había dicho para luego dejar que una ligera sonrisa se formara en mis labios —no renunciaste al poder, si no que supiste cómo ingeniártelas para seguir llevando la batuta durante estos años —negué de nuevo con la cabeza, sin dejar que la sonrisa se fuera de mis labios— aunque, conociendo a ese ser, va a querer algo a cambio de devolverte mi cetro y eso es algo que, de ninguna manera, puedo permitir —me aparté un mechón de cabello y la miré fijamente— como intente una de sus triquiñuelas tendrá que vérselas conmigo, y te aseguro que deseará no haber nacido —esbocé una sonrisa maliciosa mientras las imágenes de lo que le haría a ese ser se pasaban por mi cabeza, cada una mas malvada que la anterior. Si, le tenía ganas, no lo podía negar, y no hacía el mas mínimo esfuerzo para ocultarlo, lo deseaba demasiado, deseaba hacerle morder el polvo, pero tampoco quería que Regina se inquietara por las ganas que podía tenerle a ese ser. Suspiré haciendo un apunte mental para que no se me olvidara y me resigné temporalmente. Tras tomar un par de respiraciones para “tranquilizarme” le dediqué una sonrisa un poco mas coqueta a Regina— de acuerdo, acepto ir de compras —me aparté un mechón de cabello y la miré— y tampoco me incomoda, bueno... llevar tu ropa —acepté finalmente en voz alta— pero entonces supongo que muchos sospecharían si empezaras a compartir tu ropa con alguien mas... —suspiré y me dirigí de nuevo hacia el espejo contorneando ligeramente las caderas y observando mi reflejo en el espejo— si... definitivamente tienes razón, no me importará lo mas mínimo que me envidien por mi aspecto a parte de por mis poderes —sonreí y me alejé del espejo para acercarme de nuevo a ella, mucho mas convencida de ver lo que se encontraba en el exterior— bien... —dije finalmente— vamos a arrasar las tiendas de ropa —empecé a caminar hacia dónde suponía que se encontraba la salida— y no... no las haré estallar en llamas —reí ligeramente antes de seguir— por el momento, es mucho mejor dejar que sigan creyéndome entre los muertos —suspiré y la miré de nuevo— y sobretodo, la que no debe enterarse de mi regreso, pase lo que pase... es Anzu —sabía que tendría que encontrarme con ella tarde o temprano, pero prefería que fuera mas bien tarde, había demasiadas cosas para resolver entre nosotras y no creía que fuera el momento idóneo para ello ya que no dudaba de cuál podría ser su reacción cuando se diera cuenta de que seguía viva... de que había vuelto.

por **Regina Mills** Jue Jul 04, 2013 4:50 pm

Maléfica se preocupaba por mí, y no era necesario. Yo era la culpable de su castigo y a pesar de todo ella se preocupaba de que yo estuviese segura. Eso me sacó una sonrisa porque hacía tiempo que no tenía a mi amiga conmigo para que me diese sus sabios consejos. Sentí la necesidad de abrazarla y protegerla. Desconocía como era nuestro mundo

_ Aunque no compartas mi ropa vas a vivir conmigo, alguna historia nos tendremos que inventar._ Le dije, pensativa. No podía decir que era mi prima así porque sí, dado que entonces lo habría sabido antes de la maldición. No me gustaba volver a las mentiras, pero supongo que se lo debía, después de lo que habíamos pasado._ Podemos pensarlo mientras vamos en el coche.

La llevé hasta el mercedes y la enseñé como subir. El vehículo debía ser completamente diferente a lo que ella hubiese visto durante todos aquellos años de soledad. No podía dejar de mirarla sin sentirme culpable, sin desear ayudar y hacerla ver cuánto lo sentía. Volveríamos a tener nuestra amistad de nuevo, a ser inseparables.

por **Mallory Kenway** Sáb Jul 06, 2013 1:12 pm

La observé atentamente unos segundos antes de esbozar una pequeña sonrisa —te sienta bien sonreír —dije sin ni siquiera parar a pensarlo— te ves diferente, no tan inaccesible y agreste —comenté mientras la seguía hacia el exterior, sin perder en ningún momento ningún detalle de todo aquello que se encontraba a mi alrededor, nada de ello me resultaba para nada familiar, todo era extraño y quizás hasta se podría decir que estrafalario, por lo que tendría que aprender todo de nuevo, saber como se usaba cada cosa, para que era... suspiré y la miré antes de contestar— si, algo tendremos que pensar, antes de que la gente empiece a hacer preguntas sobre el bomboncito que se pasea por las inmediaciones de tu casa —negué con la cabeza ligeramente y, al llegar a la puerta, me quedé parada observando el exterior, pero en lo primero que me fijé fue en el manzano que se encontraba allí haciendo que soltara una risa de incredulidad— ¿un manzano? —negué de nuevo con la cabeza con una sonrisa en los labios— ¿no podías ser mas obvia? —murmuré antes de seguirla también hacia un enorme... ¿que diantres era esa cosa? En silencio me quedé observándolo fijamente, mientras notaba como el poder que había estado dormitando en mi empezaba a entrar en ebullición, a despertar sin que nada o nadie pudiera pararlo. Antes de que pudiera decir o hacer nada una ligera brisa se levantó alrededor de nosotras haciendo que mi cabello flotara a mi alrededor, sabía perfectamente cuál era el origen verdadero de esa brisa, así que me concentré para que esta disminuyera y luego miré a Regina, con mi mirada llena de preguntas antes de empezar a realizarlas— ¿qué se supone que es esto? No tiene la mas mínima pinta de carruaje —con una mirada crítica di la vuelta a su alrededor— ¿dónde se supone que está el cochero y los caballos que van a tirar de él? No creo que funcione sin que algo o alguien lo haga mover. Acaso se mueve... ¿con magia? —pregunté finalmente parándome a su lado antes de que empezara a indicarme cómo subir en esa cosa. No las tenía todas conmigo, pero confiaba en ella, y eso era lo que me hizo acceder a subir sin cuestionar nada más y que empezara a observar mis alrededores buscando las explicaciones a todas las cosas. Tenían que haberlas, eso era seguro, también me estaba dando cuenta de que este mundo era completamente distinto del que había sido nuestro mundo, así que para mi disgusto podía considerarme a mi misma como una recién nacida, una recién nacida que dependía de otra para que le enseñara y le mostrara todo... pero me encontré dándome cuenta de que eso no me molestaba lo mas mínimo, siempre cuando ésa persona que tuviera que mostrármelo fuera Regina, era una escusa para pasar mas tiempo con ella, cierto... pero lo que no entendía realmente era porqué tenía esa necesidad imperiosa de pasar todo el tiempo que me fuera posible cerca de ella... no lo entendía.

por **Regina Mills** Sáb Jul 06, 2013 6:01 pm

Banda sonora
Maléfica llevaba un buen rato halagándome, y debo decir que aquello me extrañaba. Normalmente no solía ser tan complaciente. Pero lo cierto es que no se equivocaba, me empezaba a gustar sonreír. Antes no sonreía nunca y la gente me miraba con temor. Ahora la gente me miraba de otra manera, de la manera que siempre había buscado. La gente quería a su reina.

_ El bomboncito que frecuenta mi causa es más sospechoso de lo que mi manzano fue durante todos estos años._ Le dije, sin dejar de sonreír. Me subí en el coche y arranqué, provocando el sonido característico de un motor en marcha._ No es magia... es cuestión de química. Es algo complejo, pero es seguro y te garantizo que no te ocurrirá nada. Yo conduzco.

Empecé el itinerario habitual a la avenida principal, distraída. Para Maléfica todo era nuevo, especial. Podía observarla mirar por la ventana con una mezcla de sentimientos que no sabría identificar. Era mucho para ver de una sola vez, lo sabía bien, pero no había otra forma de mostrárselo. Ir paso a paso podría llevarnos años.

_ ¿Qué te parece mi ciudad?

por **Mallory Kenway** Dom Jul 07, 2013 2:34 pm

Me reí sin poder evitarlo y negué ligeramente con la cabeza antes de decir nada —oh, ¿acaso temas que las puertas de tu casa terminen siendo asediadas por un sinfín de pretendientes? —extrañamente, al imaginarme pretendientes el único que me venía a la mente era el de mi acompañante, no era algo que entendiera ni que, por el momento, me encontrara dispuesta a ponerme a analizar ya que no sabía si la respuesta a ello iba a ser o no de mi agrado. Así que me centré completamente en observar los alrededores mientras aquel cacharro que ella decía que se movía por ¿química? Iba avanzando por un lugar que era completamente distinto a todo lo que pudiera concebir... ¿dónde estaban los árboles?¿dónde la frondosa naturaleza a la que estaba mas que acostumbrada? No entendía cómo podían vivir sin una pizca de verde a su alrededor, en esas cajas que distaban tanto al tamaño de un castillo, no... no podía hacerme la idea de cómo podían vivir así. Sabía que la incredulidad que sentía se podía apreciar en mi rostro, en que la extrañeza también se encontraría plasmada juntamente con el seguido de sensaciones que tenía. Sabía que contaba con Regina para conocer y aprender del lugar, que podía confiar en ella, pero no podía evitar sentirme inquieta por todas las cosas que no era capaz de comprender ni de entender. No fue hasta que ella me sacó de mis pensamientos que volví a girarme hacia ella en aquel asiento que distaba mucho del de los carruajes pero aún así, no podía negar que estaba resultando bastante cómodo— ¿qué me parece? —le pregunté mientras intentaba poner mis pensamientos en orden antes de decir nada— me parece extraño, muy distinto a lo que estoy acostumbrada a ver —fruncí ligeramente el ceño— ¿dónde están los árboles y los caminos de tierra? —suspiré y la miré detenidamente— no negaré que me parece raro... pero supongo que tiene su encanto —dije finalmente mirando de nuevo por la ventana soltando un ligero suspiro— tanto como su alcaldesa —pensé sin mirar hacia ella, no necesitaba hacerlo, podía perfectamente formar su imagen en mi mente con todo lujo de detalles. Esbocé una ligera sonrisa y la volví a mirar— puedo suponer que las ropas también van a ser completamente distintas a lo que estoy acostumbrada ¿no? —le pregunté finalmente observando atentamente tanto su atuendo como la ropa que llevaba yo encima, aunque sabía que era temporal que la llevara, me daba cierta pena el hecho de tener que quitármela en un futuro muy próximo.

por **Regina Mills** Dom Jul 07, 2013 4:42 pm

Banda sonora
El pueblo había cambiado para mejor. Se respiraba una extraña paz en el lugar que era reconfortante. La gente ya no se fijaba tanto en mi presencia, ni hablaba tanto sobre la persona que había sido. Desconocía si me habrían perdonado o no, aunque con el tiempo esperaba que todos lo hicieran. Yo ya no era la reina malvada, era una persona nueva, cambiada. Tenía esperanzas y sueños, y no iba a arriesgarme a perderlos por esa venganza que tiempo atrás se había apropiado de mi corazón.

_ Hemos llegado._ Dije con una sonrisa, aparcando delante del local "Modern Fashions". Pensé que entre todas las prendas encontraríamos algo que le gustase a Maléfica. Y si no, buscaría otra tienda. Deseaba verla contenta, quería que viese que todo lo que había pasado no había cambiado la relación de amistad que mantenía con ella, que me seguía importando._ Espero que aquí tengan algo que te guste. Puedes arrasar la tienda si quieres.

El dinero no era problema para mí. Con maldición o sin ella, seguía siendo la segunda persona con mejor capital económico del pueblo, después de Gold, por supuesto. Tenía claro que conseguir el cetro no iba a ser una tarea sencilla, y también sabía que Maléfica no iba a estar contenta hasta que lo tuviese, así que debía serenarme y actuar con calma.

_ Después de ti_ Le dije, cerrando el coche.

por **Mallory Kenway** Jue Jul 11, 2013 2:17 pm

La miré un momento en cuando dijo que habíamos llegado, el lugar, de nuevo, no se parecía a nada que hubiera podido imaginar, por lo que bajé lentamente y me dirigí hacia la puerta del sitio sabiendo que Regina estaba cerca. No sabía con certeza que era lo que iba a encontrar dentro, pero tampoco podía negar que las ropas que estaba llevando ahora no me resultaban incómodas, pero también se podía atribuir eso al hecho de que le pertenecieran a Regina. Al entrar, solté un ligero suspiro, definitivamente no era como podía haberlo imaginado, no había costureras por todos lados, no había montones de telas donde elegir para que realizaran el vestido. No, estos ya estaban hechos y colgados o guardados en un sinfín de estantes. Definitivamente tendría que armarme de paciencia para empezar a ver todo lo que contenían esos estantes, ver cómo se usaba y que era lo que me gustaba o no. Miré un momento hacia Regina antes de dirigirme hacia allí y empezar a coger cosas sin observarlas atentamente para luego llevar todo el montón hacia dónde, o por lo menos lo parecía, poder probarme las cosas tranquilamente tras una fina cortina ¿de eso llamaban intimidad? Había que ver.... suspiré de nuevo e intenté ponerme la primera de las prendas que había cogido después de dejar cuidadosamente la ropa de Regina encima del taburete. La primera de las prendas resultó ser un vestido bastante ceñido, que se ajustaba a todas y cada una de las curvas de mi nuevo cuerpo, sonreí ligeramente al espejo antes de cruzar de nuevo la cortina para mirar a Regina —¿y bien? —le pregunté girando sobre mi misma y apartándome el cabello antes de darme la vuelta y volver a “esconderme” tras la cortina, para ponerme el siguiente conjunto de los que había cogido, que resultó ser una falda con bastante poca tela y un corpiño de un color bastante intenso, sonreí un poco mas antes de repetir la operación de antes, pero esta vez dando la vuelta alrededor de Regina. Al cabo de unos minutos, prácticamente me había olvidado, temporalmente, de mi cetro y me estaba divirtiendo de lo lindo probándome un modelito tras otro haciendo que, definitivamente, la cesta de la compra empezara a tomar medidas prácticamente descomunales, pero teniendo en cuenta las palabras anteriores de Regina, eso era lo que menos me importaba. Cuando terminé con todos, me volví a poner la ropa de Regina con una sonrisa antes de acercarme de nuevo a ella —creo que ahora voy a necesitar zapatos y los complementos adecuados para terminar de completar —me aparté un mechón de cabello antes— quizás también se debería hacer algo con este pelo, algo que lo hiciera... no se... ¿un poco mas claro? —murmuré mientras mentalmente estaba realizando la imagen perfecta que había empezado a construir desde el momento en que ella había intentado despistarme de mis objetivos iniciales.

por **Regina Mills** Jue Jul 11, 2013 5:00 pm

Banda sonora

No me equivocaba al pensar que aquella visita a la tienda distraería a Maléfica. Cierto es que había cambios con respecto a nuestro mundo, pero seguía siendo igual de coqueta. Lo que realmente me sorprendió es que cada uno de los conjuntos que escogía, bastante atrevidos, por cierto, le quedaban realmente bien. No había ninguno con el que no estuviese rompedora. A decir verdad sentía un poco de envidia de que estuviese tan guapa.

_ Estás imponente, Mallory, lo reconozco. Con esos vestido lo de ser discreta tendremos que dejarlo para otro día._ Yo no era lesbiana, pero la verdad es que Maléfica llenaba ese cuerpo de una manera que era imposible ignorarlo. Si alguna vez cambiaba de sexualidad, cosa que dudaba, tendría que ser con alguien como ella. Aunque tenía claro que en ese aspecto probablemente muriese sola._ Vas a sablarme, pero está bien, no puedo negarte nada. Y seguro que quedas aún más guapa, aunque es difícil.

Me dirigí al coche, y arranqué, sin demostrar demasiadas prisas, pero lo cierto es que estaba ansiosa por ver el enfoque que Maléfica quería darle a su nuevo cuerpo. Y por ello mi curiosidad me impulsaba a seguir. Coloqué la ropa en el coche y me subí en el asiento del conductor. La miré a los ojos y sonreí.

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