Primera cita, recuperando el tiempo perdido (Penélope)

por **Cedric Devars** Vie Ago 02, 2013 3:29 pm

No recuerdo cuando fue la última vez que estuve tan nervioso, nervioso y tan feliz que si me descuidaba empezaba a dar brincos y a reírme como un chiquillo enamorado, gritando a los cuatro vientos que la amaba. Pero era así como me sentía y en este momento poco me importaba lo que los demás pensaran de mí, en realidad no me importaba en lo más mínimo. Ya nos conocíamos desde hacía tiempo, estábamos felizmente casados, pero era como si acabáramos de conocernos. Llevábamos demasiado tiempo separados y teníamos que recuperar el tiempo perdido así que esto podía considerarse como una primera cita y desde luego mi reacción era la de una primera cita. ¿Estaría ella igual de nerviosa que yo? Sonrío con cariño, sin poder concentrarme en nada ni pensar en nada, nervioso, deseando volver a verla y deseando fervientemente que no hubiera sido todo un sueño. Al final me había decidido quedar con ella en la cafetería, estaba tan nervioso que no podía pensar con claridad y al no estar muy seguro de lo que podría gustarle me había decidido por una opción segura como era ir a tomar algo. Todo el pueblo estaba demasiado revuelto últimamente al romperse la maldición, todos buscando a sus seres queridos y totalmente confusos. Yo había tenido muchísima suerte al encontrar a Lily, o Penélope como se llamaba en este mundo, ahora lo único que me faltaba para ser completamente feliz era encontrar a nuestra hija y entonces volveríamos a ser una familia completa. Me dirijo a la cafetería a paso rápido, deteniéndome numerosas veces para responder a los que se me acercaban preguntándome si había visto a sus seres queridos. Algunos los había visto y a otros no.
Llego a la cafetería y saludo a Ruby, pidiendo un café. Me siento en una mesa a esperar mientras me traen el café. Miro por la ventana, observando a la gente ir y venir sin descanso por la calle.

por **Penelope M. Sutherland** Dom Ago 25, 2013 6:44 pm

Dos horas, eso era el tiempo que había dedicado sin tregua alguna a probarme vestidos uno tras el otro, sintiéndome completamente insegura sobre el qué ponerme. Era cierto el hecho que se podría decir que nos conocíamos de “una vida pasada”, pero el tiempo que había transcurrido durante la maldición era algo que se había erigido, un tiempo que deseaba poder recuperar a toda costa. De tal manera que, si por mi fuera, me pasaría las veinticuatro horas pegada a él, pero, para mi disgusto, eso no era factible ni posible, por lo que tenía que resignarme a tenerlo solamente durante unas cuantas horas, o por lo menos hasta que pudiera convencerlo para que se viniera a vivir conmigo haciendo que las horas que pudiéramos pasar juntos se incrementaran.

Finalmente, encontré un vestido adecuado, o eso era lo que a mi me parecía, de un color similar al jade y con un corte delicado y sofisticado a la vez que no resultara demasiado ostentoso o vistoso. Mucho mas relajada, o por lo menos en apariencia, me senté delante del tocador para maquillarme y peinarme. En cuando terminé, a duras penas reconocí la imagen que me devolvía el espejo: si que tenía mi rostro, pero era completamente distinta a la que había visto todos los días en ese mismo aspecto, brillaba con luz propia y los ojos parecían dos enormes zafiros. Definitivamente, parecía una adolescente enamorada, pero eso no era algo que me disgustara en absoluto, puesto que en realidad lo era y no me importaba que, cualquiera que me viera, se diera cuenta de mis sentimientos y mis ánimos ya que no estaba para nada dispuesta a esconder lo que sentía. No ahora que por fin le había recuperado, no cuando sabía que era muy afortunada de haberlo hecho ya que había muchos que aún no habían tenido esa suerte.

Solté un suspiro mientras me dirigía hacia el lugar en dónde habíamos quedado, sabía que iba ligeramente retrasada, pero no me habría gustado llegar desarreglada y que pensara que no me importaba el haber quedado con él. Al llegar a Granny's mi miraba barrió rápidamente el lugar en busca de su presencia, y una amplia sonrisa apareció en mis labios en el momento en que le detecté. Sin dudarlo lo mas mínimo, me dirigí hacia la mesa en dónde se había sentado y me sentaba sin decir nada sobre su regazo antes de besarle con suavidad —buenas tardes mi vida —susurré finalmente al separarme solo unos centímetros de él— ¿hace mucho que me esperas? —pregunté con dulzura mientras le acariciaba la mejilla antes de darle otro beso y levantarme para tomar asiento en la silla de enfrente dedicándole una sonrisa— te eché mucho de menos —susurré finalmente mirándole con una dulce sonrisa en los labios mientras me acordaba de la imagen que había visto en el espejo de mi casa a la vez que era consciente de que él notaría lo mismo que yo había notado, lo mismo que notaba en él.

por **Cedric Devars** Vie Sep 20, 2013 9:23 am

Escucho la puerta de la cafetería abrirse y cerrarse y alzo la mirada, mirando hacia la puerta en vez de hacia la ventana, como había estado haciendo hasta ahora. Al verla, me quedo sin aliento. Todo lo demás y el resto de personas dejan de tener importancia y todo desaparece, todo excepto ella, a la que no puedo dejar de mirar mientras se me acerca. Llevaba un vestido de color similar al jade, delicado y nada ostentoso, que le favorecía. Sus ojos parecían dos enormes y luminosos zafiros, y había algo en ella que le hacía brillar con luz propia. Sonrío mientras la espero, sabiendo que eso era los sentimientos que sentía hacia mí, que sentíamos el uno por el otro. Estaba realmente hermosa, no me cansaría nunca de mirarla. Los segundos que tarda en llegar a mi mesa se me hacen eternos. Vuelvo a sonreír cuando al fin llega y se sienta en mi regazo. Le rodeo la cintura cariñosamente, apretándola levemente contra mí y le devuelvo el beso.

- Buenas tardes - Sonrío mirándola admirado. Realmente era hermosa, aunque no era lo único que había hecho que me enamorara de ella, sino también como era ella. - En realidad no, pero la espera ha merecido la pena - Le digo a modo de cumplido - Estás muy bella con ese vestido, y hay algo en ti diferente, algo que te hace brillar con luz propia y que te hace aun más hermosa, yo también te he echado de menos - Digo en un susurro - No veía el momento de volver a verte, las horas que hemos estado separados se me han echo eternos, pero al fin estás aquí, al fin volvemos a estar juntos.

Vuelvo a sonreír y vuelvo a besarla.

por **Penelope M. Sutherland** Vie Oct 04, 2013 8:51 am

Reí completamente feliz antes de asentir con la cabeza con suavidad —lo que me hace estar así es muy simple, y dudo mucho que sea realmente un secreto —sonreí ampliamente— y este es simplemente que estoy perdida y locamente enamorada —suspiré y me mordí el labio pensativa, era cierto que a mi también se me hacían eternas las horas que pasaba lejos de él, pero eso, en cierta manera podría tener una rápida solución, aunque para ello solo me faltaba convencerlo— creo que hay una manera de que puedas verme casi a todas horas —sonreí coquetamente

—eso si, si no le parece muy atrevido, señor Devars, que le proponga que se venga a vivir conmigo —acaricié con suavidad su mano por encima de la mesa, no había nada que quisiera que él fuera lo último y lo primero que viera al dormirme y despertarme, y por otro lado, no hacíamos ningún daño a nadie con ello, al fin y al cabo estábamos casados y eso nada ni nadie podría cambiarlo— creo que sería posible que le hiciera un hueco tanto en mis armarios como en mi vida —aunque, a decir verdad, lo segundo era algo que siempre había ocupado y que siempre ocuparía— y no habría nada que me hiciera mas feliz —bueno, si, había algo y era el desear que finalmente se pudiera unir toda la familia, poder reencontrar a mi pequeña, pero necesitaba sentirme optimista.

Lo suficiente como para contarle aquello que sabía que, tarde o temprano tendría que decirle, aquello de lo que yo me había enterado apenas la noche anterior y que aún no había terminado de asimilar, pero que, también sabía que esas cosas eran mejor compartirlas con aquellos con los que querías pasar el resto de tu vida. Suspiré y le miré unos segundos antes de atreverme a empezar— mi vida —musité jugueteando con mis dedos antes de mirarle— ¿recuerdas que te conté que anoche iba a ir a la fiesta de despedida de Regina? —quizás no habíamos podido quedar, pero por lo menos había estado hablando por teléfono a pesar de que, estaba claro que no era lo mismo

—sucedió algo que no me esperaba en absoluto, algo que puede cambiarlo todo —sabía que él me quería por mi misma y no por mis orígenes y eso era lo que me daba fuerzas para atreverme a formular la siguiente pregunta— ¿que sucedería si, aquellos que creí que eran mis padres, en realidad no lo eran y mis padres eran otros? —le miré mordiéndome ligeramente el labio, mientras esperaba con nerviosismo cuál iba a ser su respuesta al respecto.

por **Cedric Devars** Miér Oct 16, 2013 4:23 pm

- Yo también estoy perdido y locamente enamorado - Le digo con una dulce sonrisa, y al igual que a ella también se me notaba. Me sentía flotando en una maravillosa nube de felicidad y no deseaba que esa sensación desapareciera. La miro con atención y vuelvo a sonreír al escuchar su propuesta de vernos casi a todas horas, y la idea me parece perfecta. No lo había pensado ya que todo había sucedido muy rápido pero ahora que hablaba de ir a vivir juntos me parece de lo más lógico ya que estábamos casados y vivir separados no tenía mucho sentido.

- Me hará muy feliz ir a vivir contigo. De todas formas no hay nada de escandaloso en eso ya que seguimos casados, y vivir separados no tiene ningún sentido. He de confesar que hasta ahora no lo había pensado, ha pasado todo muy rápido pero ahora que lo dices, parece muy buena idea la de vivir juntos

Sonrío de nuevo y la beso suavemente, feliz. Me separo de ella, suspirando suavemente.

- Ahora lo único que nos falta es encontrar a nuestra pequeña, la echo demasiado de menos, tanto como te he echado de menos a tí, cuando lo hagamos seremos una familia completa

No puedo evitar ponerme melancólico al recordar a nuestra hija, pero no sería difícil encontrarla ya que todos estábamos atrapados en este pueblo y esa idea me anima de nuevo. Le acaricio los dedos, siguiendo su juego y la miro de nuevo al escuchar su pregunta y asiento.

- Me lo dijiste cuando hablamos por teléfono - Sonrío mirándola juguetón - Una noche de chicas, espero no tener que ponerme celoso - Le digo en broma, jugando, guiñándole un ojo cariñosamente, sabiendo perfectamente que podía confiar en ella, pero me pongo serio al escuchar lo que me dice a continuación. Me quedo pensativo un momento y la miro.

- Te quiero. Me enamoré de ti por ti misma, por ser como eres y no por tus orígenes. Si tuviera que volver a casarme volvería a casarme contigo sin dudarlo ni un instante, eres lo mejor que me ha pasado en mi vida junto con nuestra hija - La miro, expresándole todo el amor que sentía por ella con una sola mirada - Y nada ni nadie va a cambiar lo que siento por ti, ya lo sabes - Le aprieto la mano suavemente, invitándola a decirme lo que tuviera que decirme pero sin presionarla, dispuesto a escuchar y a aceptar lo que me dijera sin importarme lo que fuera.

por **Penelope M. Sutherland** Lun Nov 04, 2013 5:36 pm

Reí ligeramente y asentí con la cabeza, la verdad era que pasar mucho mas tiempo con él me haría enormemente feliz, en silencio y sin borrar la sonrisa de mis labios negué con la cabeza ante sus siguientes palabras —de lo último que deberías ponerte celoso es que pase tiempo con las chicas, aunque esté con ellas siempre pienso en ti —sonreí un poco y sus palabras me dieron el suficiente valor como para empezar a contar y decir todo aquello que había estado intentando poner en orden, buscando la manera de que fuera mas fácil de digerir a pesar que ni yo misma había terminado de asimilar y que sabía que aún me iba a costar un poco— es cierto que en cuando encontremos a nuestra hija todo será perfecto y completo —dije finalmente con un tono tranquilo— pero también cabe añadir que la familia ha crecido mucho mas de lo que podrías llegar a imaginar —suspiré y me mordí el labio

—ya no vamos a ser solo tú, yo y la niña, si no también la familia que nunca supe que tenía hasta ahora —cerré los ojos un segundo antes de seguir— al parecer mi abuela, en su obsesión por que mi verdadera madre fuera reina, me arrancó del vientre de mi madre para situarme en otro —era cierto que de no ser por lo que ella había hecho no le habría conocido nunca a pesar de que eso me había impedido llegar a conocer a mi madre hasta el momento— aunque esa parte no es algo de lo que me pueda quejar de ninguna de las maneras, de no ser así nunca te habría llegado a conocer —le acaricié la mejilla con suavidad— en la fiesta de despedida había alguien que conocía la verdad por venir del futuro y no dudó en desvelarlo —suspiré ligeramente y le miré

—mi verdadera madre no era la molinera que siempre creí que era, si no que ésta era Regina —ya lo había dicho, y dejar que las palabras salieran finalmente de mis labios hacía que éstas finalmente cogieran consistencia y realidad y admitirlo en voz alta me acercaba a un paso mas de poder asimilar todos los cambios que se habían dado delante de mis ojos durante lo que había sido la fiesta de despedida— ella aún no sabe de nuestra hija, pero sé que en el momento en que se lo contemos va a ayudar a encontrarla —yo lo sabía, sentía que así sería, que mi madre haría todo lo que estuviera en sus manos para ayudarnos con nuestra búsqueda, que si le iba a importar el hecho de tener, en algún lugar una nieta

—lo único que ahora puedo lamentar es no haber sabido toda la verdad antes, siento que probablemente muchas cosas habrían sido distintas, pero supongo que todo tiene su motivo y su momento adecuado —esbozando una dulce sonrisa, acaricié su rostro con una de mis manos, esas noticias para mi habían sido sorprendentes y me había costado un poco asimilarlas, aún estaba trabajando en ello con tal de no herir los sentimientos de nadie, por lo que sabía que él necesitaría un momento para asimilarlo de la misma manera en que yo lo había hecho.

por **Cedric Devars** Mar Nov 05, 2013 6:43 pm

Le devuelvo la sonrisa.

- Ya lo se mi amor - Le digo sencillamente. De todas formas, me parecía perfecto que saliera con sus amigas y lo último que iba a hacer era prohibírselo, todo lo contrario. Respiro hondo y me quedo en silencio, esperando pacientemente a que empezara a hablar, mientras veía como buscaba la manera de decírmelo. No la meto prisa ya que algo así debía de ser difícil de contar. Empiezo a escucharla cuando empieza a hablar, sin decir nada, atento a sus palabras. Me sorprendo al saber que su madre era reina, o al menos ese era el deseo de su abuela, pero mi sorpresa pasa pronto ya que no era la primera vez que pasaba algo así, hasta que conozco el nombre de la madre de Penelope. El corazón me da un vuelco y siento una sensación parecida a un cubo de agua helada que me caía por encima dado el impacto de la noticia. De todas las posibles candidatas, Regina ni siquiera hubiera estado en la lista. Me quedo inmóvil, paralizado, totalmente atónito. Apenas oigo lo último referente a nuestra hija y que ella nos ayudaría a encontrarla. Reacciono al notar su mano en mi rostro, y la miro, intentando asimilar la noticia. Sigo sin decir nada un momento más, pero me esfuerzo por terminar de reaccionar, consciente de que me había prometido aceptar todo lo que ella me dijera sin importar lo que fuera, y un poco arrepentido por mi reacción inicial ya que al fin y al cabo, Regina era su madre.

- Entiendo - Carraspeo, buscando que decir - No voy a negarte que la noticia me ha impactado, era lo último que me esperaba la verdad - Le sonrío, todavía intentando asimilarlo - Pero si Regina es tu madre, haré todo lo posible por llevarme bien con ella, y si nos ayuda a encontrar a nuestra hija le estaré eternamente agradecido, sólo necesito asimilarlo del todo - Vuelvo a sonreír, esta vez más ampliamente - Cierto, de no haber sido así probablemente no nos habríamos conocido, pero todo pasa por algún motivo, me alegro muchísimo de que hallas encontrado a tu verdadera familia, y siento si mi reacción inicial no ha sido la que esperabas - le digo sinceramente y con cariño.

Vuelvo a sonreír.

- Supongo que tu madre querrá conocerme, así que habrá que organizar alguna comida o cena familiar, espero caerle bien

por **Penelope M. Sutherland** Dom Nov 10, 2013 7:26 pm

Negué ligeramente con la cabeza y le dediqué una sonrisa reconfortante, conocía perfectamente la sensación que él debía estar sintiendo, uno de los motivos por los que había intentado suavizarlo tanto como fuera posible, pero era consciente de que no era una noticia que se pudiera esperar, no era algo que ni yo misma había llegado a esperar ni sospechar —no te preocupes, se lo que sientes —me mordí ligeramente el labio— a mi también me cogió completamente por sorpresa, por no decir que casi me desmayé mientras sentía que todo mi mundo se venia abajo —musité mientras empezaba a jugar con la tela del vestido— pero me temo que eso nos sorprendió a todos, ella tampoco sabía nada de ello, Cora se ocupó de que cualquier cosa pudiera quedar mas que cubierta —suspiré y puse la mano en que había acariciado su mejilla sobre la suya

—puede ser que Cora intentara que yo me volviera como ella, pero no lo consiguió —podía que fuera mi abuela, pero yo no la podía considerar como tal y menos llegar a llamarla como tal. Podía aceptar sin ningún problema a Regina, puesto que ella no había tenido que ver, de la misma manera que sabía que ella estaba dispuesta a hacer todo lo posible para hacer las cosas bien— puede parecerte extraño, pero yo se que ha cambiado, que ya no es la misma persona que lanzó esa maldición hace tanto tiempo —me aparté un mechón de cabello y asentí con la cabeza— si, organizaremos una comida o cena en cuando pase todo el alboroto por el tema de la boda —tranquilamente me levanté de nuevo de la silla y me acerqué para volver a sentarme en su regazo

—ya se que ahora mismo es todo extraño y que necesitaremos tiempo para asimilarlo totalmente, pero nos tenemos el uno al otro, eso no va a cambiar nunca —le sonreí dulcemente antes de besarle con suavidad— ahora solo tenemos que esperar a que las cosas sigan su curso, y si mi madre nos ayuda a encontrar a nuestra hija quizás podamos tenerla de nuevo con nosotros —eso era algo que deseaba de todo corazón, ese era ahora mismo mi mayor deseo, aquello que mas quería juntamente con que las cosas pudieran ir bien, con poder permanecer cerca de quienes adoraba a la vez que quería tener y darme a mi misma la oportunidad de llegar a conocer a la que realmente era mi madre.

Era cierto que había conocido a una y que había vivido con ella durante mi vida, pero de la misma manera, deseaba conocerla, saber mas de mis verdaderos orígenes de la misma manera que quería conciliarme con un pasado que, repentinamente, se había vuelto del revés. No me preocupaba, sabía que no había posibilidad de que terminara dándome de bruces contra el suelo— todo irá bien, no me preguntes como, simplemente siento que será así, que lo conseguiremos, que mas pronto de lo que podamos pensar la veremos de nuevo —susurré antes de darle otro beso. Estaba segura de mis propias palabras, quería creer en ellas mismas, sabía que no estaba sola, que podía contar con los que me rodeaban, que ellos eran ahora mi mayor tesoro, un tesoro que debía atesorar y cuidar como si fuera la cosa mas valiosa del mundo, porqué al final del día, lo era y era necesario que se preservara y cuidara con todo el esmero.

por **Cedric Devars** Mar Nov 26, 2013 7:09 pm

Siento alivio al ver su sonrisa reconfortante y que entendía mi reacción. Una parte de mí había temido que se molestara, ya que era su madre, y que eso provocara un distanciamiento entre los dos, aunque fuera momentáneo, pero me siento mejor al ver que lo entiende. De todas maneras, cualquiera habría reaccionado de esa manera, sobre todo después de todo lo que había sucedido.

- Lo entiendo, es una noticia importante, y una noticia así te cambia la vida para siempre - Le devuelvo la reconfortante sonrisa y siento un escalofrío aun mayor al escuchar el nombre de Cora.

- Lo bueno de todo esto es que te criaste lejos de Cora y de su influencia, me alegro de que no consiguiera volverte como ella, y si intenta hacerte daño tendrá que pasar por encima de mí

Vuelvo a sonreír cuando me dice que Regina ya no era la misma persona que lanzó la maldición y la creo.

- Te creo, y cuando se pueda celebraremos la comida familiar.

Sonrío de nuevo.

- Tienes razón, encontraremos a nuestra pequeña tarde o temprano, todo volverá a la normalidad y todo irá bien y seremos una familia. Tú, yo, nuestra hija y tu madre. Los cuatro.

La estrecho cariñosamente contra mí y la beso suavemente, feliz de estar de nuevo junto a ella.

por **Penelope M. Sutherland** Dom Dic 22, 2013 4:56 pm

Negué suavemente con la cabeza al notar que se estremecía ante la mención de Cora, la verdad era que podía comprenderle, a mi no me daba la mas buena espina y realmente, sabiendo lo que sabía sobre ella, no quería tenerla muy cerca. Suspiré y le miré mientras pensaba una y otra vez mis siguientes palabras mientras las medía tanto como podía —no creo que a Cora le interesara tenerme... cerca en esos momentos —me mordí ligeramente el labio y suspiré— que mi madre hubiera sabido de mi existencia en esos momentos, habría destrozado todos los planes que ella tenía para ella, así que me alejó tanto como pudo, dónde no pudiera encontrarme —le miré quedándome en silencio un momento— tal vez si eso hubiera sucedido... tal vez seguiríamos en el bosque encantado —suspiré.

Quizás las cosas hubieran sido de una forma diferente, pero ya era demasiado tarde para pensar en el pasado y menos cuando ante nosotros se encontraba el futuro, el futuro que podía ser algo mucho mejor, algo lleno de luces y esperanza y no era algo que podía desaprovechar. Con una ligera sonrisa le devolví el beso mientras le abrazaba por el cuello— no te preocupes —dije con toda la seguridad de la que era capaz y sentía— estoy segura que esa cena será un completo éxito —reí ligeramente antes de negar con la cabeza— me temo que la familia va a ser un poco mas grande que eso mi vida —había mucha mas gente relacionada, gente que era probable que Regina insistiera que acudieran a la cena— empezando por la esposa de mi madre y terminando por Henry —quién nos lo hubiera dicho que finalmente resultaría que estábamos tan cercamente emparentados con alguien que había puesto su granito de arena para ayudar, para hacer posible que en algún momento nos encontráramos, y que ahora se había convertido en mi hermano, mi hermano adoptivo pero a final de cuentas seguía siéndolo.

Con eso otro pensamiento pasó por mi mente y le miré— has pensado que quizás... ella ya no sea tan pequeña que cuándo se lanzó la maldición —era algo que había pasado con la salvadora, por lo que, hasta dónde podía saber ella podía incluso poder aparentar mi edad, algo que me frustraba, el conocimiento de que probablemente me hubiera perdido su infancia— ¿y si ya es mayor y estamos buscando un bebé en vez de una adolescente o una adulta? —eso ponía las cosas mas complicadas, pero no por eso, iba a rendirme, aunque tuviera que recorrer todo Storybrooke y conseguir la manera de ir hasta cualquier otro mundo, daría con ella, no podía dejarla sola, no ahora que todo podía arreglarse para todos.

por **Cedric Devars** Vie Ene 10, 2014 6:07 pm

Toda esta información superaba con creces a todo lo que hubiera podido imaginar. Jamás en toda mi vida me hubiera imaginado que mi amada esposa era hija de Regina. Pero eso no cambiaba en absoluto lo que sentía hacia ella. Habían pasado demasiadas cosas, y nunca se sabría lo que hubiera podido pasar si Cora no las hubiera separado. Pero si en algo podía estar agradecido era que con esa separación Penelope había estado alejada de todo el mal que Cora hubiera podido causar, y también en ese momento Regina.

- Lo pasado pasado está. Nunca sabremos lo que hubiera podido pasar, pero al menos estuviste alejada de todo eso, eso es lo único que le agradezco a Cora, eso, y que gracias a esa separación nos conocimos tú y yo, permitiendo que me casara con la chica más maravillosa e increíble que he conocido nunca y con la que deseo estar toda mi vida - Le digo mirándola con todo mi amor

Cuanto más hablábamos más comprendía todo el asunto y lo asumía cada vez mejor, lo que era un alivio. Río cariñosamente ante su mención a que la familia sería más numerosa de lo que había dicho hacía un momento.

- Cierto, por un momento me he olvidado del marido de tu madre y de Henry - Suspiro suavemente - Espero que tengas razón y la cena sea un éxito, deseo llevarme bien con tu familia. Habrá que llevarles algún detalle - Comento.

Sonrío pero vuelvo a ponerme serio.

- Nunca me lo he planteado. Que halla crecido y ya no sea tan pequeña. De todas formas, la encontraremos igualmente - Le digo con seguridad.

por **Penelope M. Sutherland** Dom Ene 19, 2014 1:49 pm

Reí y asentí ligeramente con la cabeza, no, definitivamente era muy probable que nunca le hubiera llegado a conocer, de la misma manera que era muy probable que, de ser así, ni yo misma fuera como lo era hoy en día, no sería la misma, mi manera de ser y de hacer las cosas sería completamente distinta e incluso, podría haber sido un resultado mas bien funesto —no, definitivamente no creo que fuera a cambiar nada de mi pasado, si las cosas pasaron de esta manera supongo que es porqué así debía ser —le acaricié suavemente la mejilla con mis dedos— no creo que fuera capaz de renunciar a ti, ni todo lo que viví junto a ti, no, definitivamente no es algo que quiera cambiar ni que se pueda mejorar —estaba siendo completamente sincera con mis palabras, era cierto que no había podido llegar a conocer ni a saber quiénes eran mis verdaderos padres hasta hacía poco, pero tampoco podía quejarme de los padres que me habían criado como si fuera su propia hija, aunque ellos y yo hubiéramos pensado siempre que así era.

No, no podía cambiar la apacible infancia que había tenido ni las cosas que me habían llevado a su lado, pero de esa misma manera no podía evitar preguntarme cómo hubiera sido mi vida de haber sido las cosas de una forma distinta. Negué de nuevo con una sonrisa en los labios antes de rectificar las palabras de mi marido, mi madre no se iba a casar en pocos días con un hombre, si no que lo iba a hacer con una mujer— en realidad, no es él, si no ella, mas exactamente Maléfica —era cierto que la misma había aterrorizado tanto o mas que mi propia madre— pero de la misma manera que Regina, ella está completamente reformada, es otra, el amor las ha cambiado —le besé con una sonrisa antes de negar suavemente con la cabeza ante la idea de traerles un regalo

—creo, o por lo menos eso es lo que me parece a mi, que a mi madre ya la hará enormemente feliz el hecho de que ni me haya negado a acercarme a ella y que quiera conocerla de la misma manera de que estoy segura que quiere conocerte —sonreí y le besé de nuevo— no te preocupes, estoy segura que la hechizarás de la misma manera que me hechizaste a mi —no había que ser un experto para saber que con su encanto sería mas que capaz de llegar a mi madre, aunque, por el momento aún se me hiciera raro llamarla así, pero estaba haciendo esfuerzos para acostumbrarme y hacerme la idea.

Suspiré y asentí ligeramente con la cabeza— lamentaría profundamente haberme perdido su infancia, sus primeras palabras y sus primeros pasos —en eso podía entender perfectamente como se sentía Regina con respecto a mi, podía comprender ese vacío que no podría ser llenado— detestaría no haber podido protegerla de sus miedos y sus pesadillas —suspiré de nuevo y le miré— pero tienes razón, ahora lo primordial y lo preferente es encontrarla tenga la edad que tenga y nos hayamos perdido los años que nos hayamos perdido de su vida —esa idea era algo que me entristecía, pero no podía derrumbarme ahora, no cuando tal vez a cada minuto que sucediera podría encontrarme mucho mas cerca de, finalmente, encontrarla.

por **Cedric Devars** Jue Ene 30, 2014 6:08 pm

Sonrío escuchándola, cerrando momentáneamente los ojos al sentir su caricia en la mejilla, disfrutándola. Me siento enormemente feliz al escuchar sus palabras. No, yo tampoco cambiaría nada de lo que había vivido junto a ella, lo único que desearía cambiar era el trato que mi padre le había dado al principio, cuando creía que ella sabía hilar paja y convertirla en hilos de oro. Pero era como decía ella, si mi padre no la hubiera traído al palacio no nos hubiésemos conocido nunca, o como mucho nos hubiéramos visto desde lejos pero sin llegar a juntarnos nunca, cada uno por su lado en todos los aspectos. No, definitivamente no cambiaría nada de lo que habíamos pasado juntos.
Mi rostro refleja muchísima sorpresa, con los ojos muy abiertos, ruborizándome, al saber que Regina no se había casado con un hombre, sino con una mujer. Sonrío a modo de disculpa.

- Perdóname, amor, instintivamente he pensado que sería un hombre y no una mujer - Le digo sinceramente. Era la verdad, no lo había pensado, pero no tenía nada en contra del amor, y si una persona era feliz no me importaba que se casara con un hombre o con una mujer, independientemente de su sexo - Igualmente me alegro por las dos, no dudo de que serán muy felices

Le devuelvo el beso y asiento.

- Está bien - Sonrío de nuevo - Yo también deseo conocer a tu madre, y espero que tengas razón en lo de hechizarla con mi encanto, quiero caerle bien

Vuelvo a entristecerme con lo de nuestra hija y en respuesta la abrazo cariñosamente y le doy un beso.

por **Penelope M. Sutherland** Miér Feb 12, 2014 7:49 pm

Negué suavemente con la cabeza y le besé, sabía que eso le sorprendía, que le sorprendía tanto como al resto de la población pero, al fin y al cabo, amor seguía siendo amor, y no podía negar que me había fijado bien en el brillo que desprendían sus ojos cada vez que estaba con ella o ella estaba cerca. Podía haber hecho todo el daño que hizo en el pasado, pero ahora, ya no, ahora era otra y eso se debía tanto a Henry como a Mallory.

Le sonreí ligeramente y le acaricié la mejilla con suavidad —no tienes que preocuparte mi amor, es normal que el primer pensamiento pueda ser eso, aunque como bien sabemos, no importa si es hombre o mujer, el amor si es verdadero sigue siendo igual de bueno, igual de capaz de conmover cualquier corazón —sonreí y le besé con suavidad mientras le acariciaba con suavidad la mejilla mientras empezaba a pensar en opciones, en la manera de llevar las cosas de la mejor de las maneras: Regina aún no sabía que era abuela, no me había parecido adecuado, debido a la situación en que había sido destapada esa información, añadir mucho mas a su plato, era mejor que primero asumiera y aceptara una pieza a la vez.

Lo que si sabía era que esa cena cuando antes se pudiera celebrar sería mejor, cuándo antes pudieran conocerse mucho antes podría ver las maneras de intentar que se llevaran bien, a pesar que sentía que eso no llegaría a ser necesario, que podía confiar en ambos para que las cosas pudieran ir bien— hablaré con ella en unos días —dije finalmente rompiendo el pensativo silencio en el que había estado— y veré como organizar esa cena, solo tú, ella y yo —era mejor que las cosas fueran poco a poco, en vez de empezar intentando abarcarlo todo.

Sabía que Mallory lo entendería, y sabía que había días que Henry los pasaba en casa de sus abuelos por lo que, organizar esa cena podía llegar a resultar bastante sencillo, solo había un problema, hacer que Regina abandonara su trabajo, pero sabía que podría contar con Mallory para eso— muy pronto haremos esa cena —le sonreí antes de besarle de nuevo con dulzura— y siento, estoy completamente segura de que irá bien —estaba siendo sincera, sentía que las cosas iban a ir bien, que esta vez estábamos cerca de conseguir ser todos felices y eso era algo que me alegraba, que hacía que mi corazón se llenara cada vez con una mayor esperanza, esperanza... lo único que nunca, nunca debía faltarme.

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