Caminata lunar [Libre]

por **Rosalina Shayker** Jue Jun 27, 2013 1:40 am

Caminar con los pies descalzos cada mañana, andar a un paso firme, sereno, lleno de gracia y elegancia. Casi podría decirse que entre sus dedos estaba una varita, pero no cualquiera, una con la punta de una estrella. Se veía con un hermoso y liso vestido de un solo color, con una estrella en su pecho, cargando los cabellos sueltos y viendo como uno de sus ojos estaba cubierto por un bello mechón dorado. Portaba una corona, una bella corona plateada, sus ojos zafiros miraban fijamente hacia el frente, nada más, ni siquiera cuando las estrellas fugaces que levantaban las hebras rubias de su cabello distraían aquella mirada de lunas. Podía sentir como las estrellas le hacían cosquillas a sus pies, y todo el ambiente estaba moviéndose lentamente en forma de espiral mientras que ella caminaba. Su vista solo se apartó en el momento en que alguien había pasado en frente de ella, una criaturita estelar que tenía los mismos ojos que aquella dulce muchacha, un pequeño amiguito que levantó una de sus pequeñas extremidades espaciales para saludarla, y de lo que podía resonar en todo el universo, aquel amiguito le ha llamado “Mamá”.

Despertó sobresaltada, había sido otro sueño.

Miró a todos lados, espantada y envolviéndose en sus propias sábanas creyendo que fue una pesadilla. Sin embargo, había sido otro sueño, pero no cualquiera; el mismo sueño que ha tenido desde que llegó al pueblo. Siempre se imaginaba así; vestida con esos harapos, cosa que llegará muy pronto a asustarla más de lo debido. Para su fortuna estaba en donde siempre: En su amado observatorio. Los dibujos de estrellas estaban por todos lados, tan hermosos y brillantes como siempre. Sonrió, soltando poco a poco su armadura de telas y pronto se bajó de la cama, dirigiéndose hacia sus aposentos para darse la típica ducha fría que tanto acostumbraba.

Sin embargo, apenas colocar los pies sobre la tierra algo le había llamado, algo que estaba asomándose en la entrada de su gran y hermoso hogar. Sus ojos se apagaron de repente, como si algo le llamase, y sin siquiera pensar en lo helado que estaba allá afuera salió con la bata blanca que era su pijama, abriendo las puertas del observatorio para caminar hacia quien-sabe-donde. Iba sin rumbo, mirando hacia el frente, su mente estaba perdida en el espacio y nadie podría evitar que la misma se tirase de un barranco mientras estuviera más allá de las nubes. Se encontró a las afueras de Storybrooke, cerca de los bosques, seguía rondando como si estuviera en una cuerda floja, y así es como estaba. La joven de cabellos dorados, andando por la cuerda floja que separaba una identidad de otra para muchos de aquel pueblo; caminaba, estrechamente, por los bordes del límite de la tierra de los cuentos.

por **Shadow Shayker** Mar Jul 16, 2013 2:55 am

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No entendía por qué mi madre estaba tan tensa aquel día. Me acunaba en su regazo como todos los días, pero a pesar de ello había algo de preocupación en sus ojos verdes. ♥♪!? tenía esa mirada desolada, como cada día. Sabía lo mucho que el deseaba que nuestra madre lo amase, igual que sabía cuánto lo temía ella. No era justo para él. Sus ojos rojos a mí me parecían bonitos, no aterradores. Seguía sin entender por qué la llamaron.

Me bajé de los brazos de mi madre y caminé lo mejor que pude hasta mi hermano, abrazándolo con la fuerza que mis pequeños brazos tenían. Él se mostró receptivo. Sabía que a pesar de que nuestros padres no le demostraran su afecto, nuestro hermano mayor y yo luchábamos por él. Nuestro padres se equivocaban, ♥♪!?, o Geno, como le gustaba que lo llamaran, estaba destinado a hacer grandes cosas. Él sería alguien importante.

Cuando abrí los ojos no pude menos que dar la razón a ese recuerdo. Geno era alguien importante. Él era el guardián estelar, protector de los deseos y las esperanzas de la gente. Me preguntaba donde estaría, pues no le volví a ver desde que volví a mi cuerpo y retomé la vida de Anzu Stealer. Él me había dado un propósito, a pesar de todo, y las lecciones que aprendí, no las olvidaría jamás.

Salí de la mansión con sigilo, decidida a dar una vuelta en la oscuridad. Y cuando empezaba a sentirme relajada, vi a Rosalina en la linde de la ciudad. Ella no recordaba quien era, por lo que desconocía qué iba a pasarle si cruzaba la línea. Pero durante la maldición había sido mi hermana mayor, por lo que me atreví a cogerla por la cintura y separarla de la línea.

_¡Rosalina! ¿Se puede saber qué haces?

por **Rosalina Shayker** Miér Jul 17, 2013 2:41 am

Silbaba suave y latente una cariñosa melodía, unas notas musicales que siempre recordaba cada vez que tenía ese sueño. Cada vez que la escuchaba sentía una calidez exagerada, algo tan cómodo que al mismo tiempo le asustaba, pero solo cada vez que abría los ojos e intentaba no dormirse por temor a soñar aquello otra vez. Era una sensación confusa para la rubia pero, ¿Qué se le podría hacer? Los sueños son algo que aún con tantos años el hombre sigue sin descubrir lo que son realmente. Unos dicen que son recuerdos adjuntos que crean nuevas imágenes; otros dicen, que por ver “imágenes” del futuro, puede ser un don que no muchos poseen; e incluso otros dicen que los sueños no son más que invenciones del cerebro, solo para confundirnos más y más en un mundo fantasioso que puede ser triste o feliz. De cualquier modo se mantenía jugando en su cuerda floja, ella estiraba los brazos y sonreía con delicadeza, movía los dedos de sus pies de una manera tan juguetona que casi se consideraba a sí misma como una pequeña niña.

Y sin embargo su fantasía se volvió a desaparecer de un solo tirón cuando de pronto se veía de vuelta en el bosque de Storybrooke, en la pequeña zona que llevaba al pueblo. Despertó de su mismo sueño mirando a todo el ambiente, confundida, casi sin llegar a notar que alguien le estaba tomando por detrás hasta que decide separarse bruscamente de su raptor. Se dio vuelta, viendo como varios de sus cabellos se posaban en frente y los apartaba igual de bruta al ver a los ojos a una hermosa muchacha de ojos oscuros, casi sombríos; y su cabellera casi como el fuego que le hacía dar un escalofrío obligándola a abrazarse a sí misma. ¿Quién era? ¿Cómo le conocía? Nunca la había visto en ningún lado y sin embargo ella si conocía a la madre de las estrellas, ¿Cómo podía ser? Tembló de nuevo, dando un paso inseguro hacia atrás aunque un poco más alejada de la línea del pueblo.

– ¿Q-Quien eres? – Preguntó, insegura y casi intimidada, y aún así se levantó un poco firme para responder a su pregunta, solo por educación – … Si te soy sincera… N-No lo sé. H-Hace un minuto estaba soñando y de pronto me encontraba aquí… c-contigo y-y… y-y… El sueño, agh. ¡¿Quién eres?!

por **Shadow Shayker** Miér Jul 17, 2013 4:30 am

User Confuso...:

Rosalina estaba realmente confusa. ¿Qué le había pasado cuando la maldición se había roto? Habría jurado que recordaba la vida que había llevado durante aquellos años, pero yo había sido su hermana durante todos ellos y ahora, que me contemplaba como cada día de ellos, salvo por la falta de pulso en mi corazón, se comportaba como si fuese una extraña.

_ Rosalina. Soy tu hermana pequeña ¿No me reconoces?_ Le pregunté, incorporándola. Quería alejarla de aquella línea cuanto antes. Si yo la cruzaba dejaría de ser Anzu Stealer, y volvería a ser la profesora Shayker, algo por lo que francamente no tenía ganas de pasar. Ahora era feliz junto con mi familia, y no pensaba dejar que nadie me lo impidiese._ Creo que tienes que volver a la cama. Siempre he dicho que pasas demasiado tiempo en ese observatorio. Te estás quedando trastornada.

Mis palabras debían resultarle irónicas, porque para ella, debía considerarse la única persona cuerda de todo el pueblo. Debíamos agradecer que la magia hubiese venido acompañada de los recuerdos, porque de lo contrario hubiese sido terrible para todos verse con semejante poder sin entender el motivo.

por **Rosalina Shayker** Miér Jul 17, 2013 5:02 am

Frotó sus ojos, soñolienta, notando como sus ojos le engañaban porque todo empezaba a dar vueltas. Apenas podía distinguir la figura tan escalofriante que tenía en frente. Sus ojos le mentían, parecía haber creído ver una horrible criatura, bueno, no tan horrible, pero pensó por un momento que en frente de ella había una bestia de la noche. Volvió a frotar sus ojos con las manos como si fuera una niña pequeña recién levantada de la cama, y cuando abrió como era bien debido sus parpados, el rostro que tenía en frente era un poco más reconocible. Sonrió, pero su sonrisa se apagó de repente como si olvidara algo, ¿Estaría teniendo una especie de amnesia por el sueño? Una locura, pero ya había visto bastantes cosas en este lugar como para decir que le sorprendia.

– Shadow… ¡Claro que sí! – Volvió a sonreír solo para ella, posando sus manos sobre el rostro de la chica con suma delicadeza para acariciar sus pómulos y mirarle con ojos dulces y muy cuidadosos – Lo siento mucho, he tenido otra pesadilla y no he sabido verte bien – Se rió un poco ante aquel comentario de su hermana, ¿Será verdad? Otra locura más para Storybrooke en su lista, debía escribirla sobre un papel cuando pudiese o al menos mentalizarlo en su lista de “10 cosas imposibles”, por el momento que solo había alcanzado la décima – Sabes que no puedo alejarme del observatorio, ¡Es mi hogar! Además, es lo más lejos que puedo llegar del pueblo, sabes que me asustan un poco tus amigos y los demás aunque… Hay excepciones – Asintió.

Por algún motivo no pudo evitarlo, pero el rostro de la pelirroja lo familiarizó con el sueño que tenía. No recuerda haberle visto la cara plenamente en sus fantasías, pero tampoco creía que se trataba de esa extraña estrella parlanchina que solo le miraba para decirle “Mamá”. A todo esto, ¿Quién será? ¿Es algo del destino o de verdad había enloquecido como decía su hermana en cuanto a mirar durante muchas horas unas simples constelaciones? Sea lo que sea, el recuerdo del pequeñín le hizo sonreír otro poco, como si casi fuera común escuchar ese nombre y ver esa cara.

– Ni siquiera recuerdo cuanto tiempo llevo en este pueblo, ¡O cuando llegaste! ¿Crees que estoy más loca que los otros? – Abrazó con fuerza a su hermana, llena de cariño – ¿Te digo un secreto? Por alguna razón nunca quiero salir del observatorio, o nunca puedo salir del pueblo. Siempre que me figuro y hago mis maletas, a un solo paso de cruzar el límite de la ciudad acabo por dar media vuelta, ¡Como si alguna especie de fuerza me lo impidiera, jaja! ¿No es extraño?

OFF:

por **Shadow Shayker** Miér Jul 17, 2013 4:55 pm

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Amor y calor. Eso era algo que Rosalina necesitaba, y mucho. Siempre estaba en el observatorio, observando las estrellas. No recordaba quién era, pero no dejaba de preguntármelo. La maldición la había hecho mi hermana por una razón. Pero a pesar de ello, ni tan siquiera Regina daba muestras de saber quién había sido

_ No deberías tener miedo. Sé que la ciudad ha cambiado un poco últimamente. Pero créeme cuando te digo que ha sido para mejor._ En esos momentos yo me sentía como la hermana mayor, porque de hecho era mucho mayor que ella, aunque eso no lo sabía. Podía calcular la reacción que había tenido al ver la magia, igual que la habría tenido Shadow Shayker si le hubiese pasado. En el mundo en que vivíamos aquello era sencillamente una locura._ El pueblo te retiene porque es tu lugar. ¿Acaso tienes intención de irte y dejarme sola? Eso no está bien.

Le puse mi mejor mirada de cachorrito. De Shadow había aprendido cómo ser encantadora, y adorable. Eso era algo que Anzu había olvidado, pues aunque era y siempre sería una esposa fiel, abnegada y siempre enamorada, algo que tenía claro era que mi rudeza era incuestionable. Había sido, muchas veces, una mujer demasiado dura para lo que me gustaría.

por **Rosalina Shayker** Miér Jul 17, 2013 6:43 pm

– ¿Un poco? ¡Hace solo unos meses todos comprábamos pan y tomábamos chocolate caliente en el invierno, y ahora más de la mitad del pueblo cree que puede hacer magia! ¡Y vuelan Shadow, vuelan! – Puso un tanto desesperada sus manos sobre los hombros de la chica y la agitó, aunque luego se echó a reír como si fuera un chiste y de los malos, era eso o imaginarse a un montón de personas con alitas y polvos mágicos le hacía pensar que el té que tomaba día y noche tenía algo raro en la receta. Antes de responder a cualquier cosa que dijera su pequeña hermana, abrió los ojos de más y so rostro se tornó confuso en cuanto empezaba a hacer pucheros. Volvió a reírse, hacía tiempo que sus carcajadas no eran tan alegres y naturales como ocurrían en aquel instante con la peli naranja.

– Claro que no te dejaría, ¿Acaso crees que voy a permitir que cualquiera venga y te monga una mano encima? ¡Tonterías, Shadow! Ya serás una señorita, pero aún no te puedes cuidar sola – Le regaló otra sonrisa, soltándole la cara para cruzarse de brazos y arquear ligeramente una de sus cejas. Quizás solo decía mentiras, a fin de cuentas y a pesar de ser una adulta a ella misma le costaba manejarse por su cuenta pero no por falta de independencia, sino porque… Bueno, tenía 2 pies izquierdos para casi todo.

por **Shadow Shayker** Jue Jul 18, 2013 1:57 am

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Rosalina tenía claro que la idea de la magia era una locura, y eso la estaba transtornando más de lo que le gustaría, o de lo que me gustaría a mí. Tenía que resolver ese asunto cuanto antes, devolverle sus recuerdos, y esperar que no fuese un ser malvado y cruel que quisiese matarnos a todos. Pero por la forma que tenía de mostrarse al mundo, lo dudaba mucho.

_ Te preocupas demasiado Rosalina. Soy una chica dura, sé defenderme sola._ Le dije, sacándole la lengua de modo infantil. A pesar de que creía que sólo me llevaba un año siempre tenía esa actitud `protectora conmigo, parecida a la que Zandra solía tener desde que yo tenía uso de memoria._ Aunque mientras tenga eso sabré que no tratarás de huir despavorida.

Con ese paseo nos acercábamos al observatorio de nuevo, aunque era un lugar que me parecía muy triste. Poder observar las estrellas continuamente, sin entrar en contacto con ellas, sin tocarlas o poder sentir sus verdaderos misterios. Era algo, como mínimo, realmente cruel.

por **Rosalina Shayker** Jue Jul 18, 2013 9:37 pm

Sonrió, extendiendo su gesto cuando la muchacha empezaba a hacerle muecas de una chiquilla. Sin duda que estaba a gusto con ella, por primera vez no se sentía una loca al sentir ese cálido gesto en su interior de protección hacia los más pequeños, aunque claro, Shadow ya era una muchacha bastante grande, y solo se llevaban unos pocos años; pero aunque llegasen a la edad en que no podrían ni caminar sin usar muletas, la astrologa seguiría tratándola como si fuera una infante que apenas estaba entrando en el jardín de niños. No le dijo nada, o al menos por el momento, mientras que andaban en dirección al observatorio y Rosalina quedaba clavando su mirada en el enorme telescopio que sobresalía de él. Su sonrisa se extendió lo más que pudo, le dolía la cara de tan grande que estaba, pero aún así daba más motivos su sonrisa al ver como las hojas que pasaban bajo sus pies le hacían cosquillas.

– No voy a huir, o al menos, no huiré si tú no estás conmigo para la fuga – Susurró, con la mirada fija puesta en el observatorio; aunque el comentario iba para su querida hermana y no sabía si era posible el que lo hubiese escuchado. Una vez en la puerta, la abrió para ver como la enorme habitación volvía a darle la bienvenida. Respiró hondo, feliz, extendiendo sus brazos y sin poder evitar hacer una acción un poco tonta al dar una vuelta entera hasta dirigirle la mirada una vez más a la muchacha. En ese lugar podía ser ella misma, Rosalina en todo su esplendor, sin importar quien le estuviese mirando o estuviese presente, porque a fin de cuentas, solo las estrellas era quien para mirarla.

– ¿No es hermoso? Todo este lugar… Lleno de estrellas, y constelaciones, firmamentos… – Suspiró, mirando un poco el sitio – Shadow… ¿Alguna vez… no has sentido que muy en el fondo te falta algo? Como si… estuvieras algo vacía – Bajó un poco la mirada, abrazándose a sí misma como si el viento frío del invierno pasase por su ventana y lentamente se giraba hacia la joven.

por **Shadow Shayker** Jue Jul 18, 2013 11:27 pm

Su pregunta no me fue indiferente. Había sentido la sensación que me describía durante años, cuando había renunciado a mi humanidad. Desearía saber cómo despertar a su verdadero ser, y que se sintiese completa de nuevo. Pues mi alter-ego se había sentido vacía durante toda la maldición. Había estado alegre, pero jamás había sido feliz, porque me faltaba algo importante. Me faltaba mi Jefferson.

_ Conozco la sensación. Y sé lo desagradable que es. Y no creo que encerrándote aquí vayas a llenarla._ Miré a través del telescopio, contemplando las estrellas. Sabía que allí, en algún lugar, estaba el hermano de la pequeña Shadow Shayker, la pequeña que me había dado el nombre durante la maldición._ Pero no te negaré que es un lugar hermoso, a decir verdad.

Nadie comprendía mejor que yo lo que era el amor por las estrellas, pero aquello llegaba hasta un punto enfermizo. Era algo propio de los Shayker, el amor a las estrellas. No obstante, tenía demasiadas responsabilidades de las que ocuparme como para centrarme en ellas.

por **Rosalina Shayker** Sáb Jul 27, 2013 11:01 pm

– No te niego que estar aquí no pareciera una condena, pero ¿Sabes? Es el único lugar donde me siento… casi completa – Se encogió de hombros, girándose hacia el enorme telescopio mientras daba un paso en falso y se detenía de golpe para mirar de nuevo a su hermana – Solo digo que… No me siento muy a gusto alrededor de Storybrooke, siento que no encajo aquí. Es como si… En cierto modo ellos me recordaran algo que no tengo pero, ¿Qué sería? – Puso su mirada perdida, clavándola por encima del hombro de la peli naranja que estaba de visita, hasta que se agitó por si misma al ver cómo iba en dirección a su reflector.

Se quedó mirando a la chica durante un buen rato, abrazándose otro poco y frotando sus manos sobre sus brazos como si de verdad hiciera frío. No lo negaba, pero no era lo suficiente como para ir a preparar un chocolate caliente. Aún así sonrió, casi inconsciente, para acercarse a la chica que tenía en frente y tocar su hombro mientras ajustaba un poco las coordenadas del telescopio.

– Esa de ahí es la Constelación de Casiopea, es una de mis favoritas – Pasó a darle una palmada en el hombro de Shadow, mientras movía ligeramente las coordenadas de nuevo – Y supongo que recordaras a la de Hércules, pero… ¿Sabes? Siempre he dicho que a ti el Fénix podría representarte bien – Volvió a sonreír, apartándose un poco de la chica como si tuviera nostalgia. – Shadow… estoy aturdida. No tengo idea de lo que tengo que hacer – Su mirada se apagó por un momento, casi como si llegara a deprimirse en el instante – ¿Qué crees que debería hacer? No me gusta esta sensación y quiero quitármela de encima.

OFF:

por **Shadow Shayker** Sáb Jul 27, 2013 11:56 pm

Yo estaba segura de lo que le faltaba. Su memoria, la identidad que realmente le correspondía. Estábamos vacíos sin ella, y lamentaba que ella no la hubiese recuperado. Aunque quizás, de recuperarla ya no quisiese seguir estando conmigo como una hermana. Quizás fuese una mala persona, una villana. Aunque dudaba que una persona como ella pudiese serlo, me era imposible creerlo.

_ El fénix... bueno, supongo que por donde lo mires. Dudo que pudiese llegar a resurgir de mis cenizas._ Aunque en cierto sentido tenía razón, ya que yo había muerto y resucitado muchas veces, aunque el fuego era precisamente mi mayor debilidad, lo único de lo que no habría podido sobrevivir._ Lo que debes hacer es lo que tu corazón te diga. Si bien, yo trataría de resolver lo que pasa allí fuera, lo investigaría.

La rodeé con los brazos. Su cuerpo era cálido, y el mío, por contra, era frío, frío como el cielo que al que tanto se aferraba, pues notaba que le faltaba algo y consideraba que en las estrellas no iba a encontrarlo. Por eso quería guiarla hacia otras opciones.

por **Rosalina Shayker** Dom Jul 28, 2013 1:36 am

Quedó callada, sus labios no se despegaron en ningún momento, y solo mostraron cierta sorpresa cuando su hermana se le acercó hasta rodearla con sus brazos. Sintió un escalofrío en su espalda, el espeluznante tacto frío en los dedos de Shadow le habia causado que un rayo chocase contra ella, porque si creía que el gélido viento que pasaba por su ventana era terrible, por poco no se imaginaba a sí misma como un cubo de hielo cuando la chica le abrazó. Correspondió al poco tiempo, incluso llegó a cerrar sus ojos para inhalar profundamente e intentar dejarse llevar por la calidez que siempre brindaba un abrazo, uno de buena fe, y apretó a su hermana contra ella para ver si podía quitar de su cabeza todas esas cosas que no quería dentro de sí.

– ¿Tú me ayudarías a encontrarlo? ¿A encontrar o que quiero que llene el vacio? – Preguntó, como si ella fuera la hermana menor siendo consolada por su ejemplo a seguir. Bajó la mirada e intentó recostar su mejilla sobre el hombro de Shadow, todavía buscando el consuelo y el calor – A veces pienso que ni siquiera tengo corazón, pero es porque no palpita – Suspiró, casi triste – Pero sé que está ahí. Solo creo que no palpita lo suficiente para que pueda sentirlo, o que golpee mi pecho para asegurarme de que tengo uno.

por **Shadow Shayker** Dom Jul 28, 2013 3:49 am

Casi sentía que pretendía describirme a mí misma en vez de a ella, puesto que si alguien tenía un corazón que no podía latir, esa era yo. Un rasgo propio del vampirismo, así como el frío de mi cuerpo. El frío de la muerte. A pesar de todo, había aprendido con los años cómo se lograba dar calor a los abrazos. Y si algo necesitaba mi hermana era precisamente eso.

_ Aunque sea difícil encontraremos lo que necesites. Tienes que arriesgarte, salir y ver el mundo. Yo te protegeré de lo que sea que temes._ A pesar de que yo era una de las muchas cosas que la aterrarían fuera. Aún no le había mostrado mi verdadero yo por miedo a que se asustase. Aunque el decirle que podía escuchar su pulso la reconfortase._ Ni tan siquiera conoces a mi esposo o a mis hijas. Les he hablado de ti, y desean conocerte.

Eso era cierto. Especialmente Grace, dado su habitual entusiasmo. Era una auténtico torbellino, deseándolo o no. Ya era tiempo de sincerarme, de que conociese a la familia que había formado, de que viese que la magia no tenía por qué ser peligrosa.

por **Rosalina Shayker** Dom Ago 04, 2013 6:20 am

Cerró sus ojos, casi queriendo que se meciera de un lado a otro lentamente como si le estuviese dedicando una nana, solo para imaginarse que estaba siendo mecida por la luna creciente mientras que sus parpados se hacían cada vez pesados, y que soñase como cualquier bebé luego del arrullo de su madre. Lo hizo, más no se durmió, sino que permaneció lo más despierta posible para escuchar a la promesa de la peli naranja, lo cual la obliga a aferrarse más a ella y abrazarla con toda la fuerza que sus brazos podían, y del estado en que se encontraba, no era mucha diferencia a decir verdad.

– Si te digo que le tengo miedo a toda la gente de Storybrooke, ¿Irás como el alguacil o mi guardaespaldas para protegerme? – Bromeó, recostando su mentón sobre el hombro de su hermana mientras que sonreía, riéndose de su propio chiste aunque de verdad no tuviera alguna gracia en particular. Se detiene un segundo para abrir sus ojos de par en par, ¿Hijos? ¿Esposo? Lo último que sabía sobre las cosas amorosas de su hermana era que tenía una especie de novio por ahí, ¡Y que nunca había presentado! Sin la aprobación de su hermana mayor no podría cruzar más allá, y miren nada más. Rosalina desaparece por cierto tiempo, y parece que más bien hayan pasado muchísimos años, quizás hasta siglos (y creía que no exageraba) para ver como la cosa había pasado tan fugazmente.

Le sostuvo de los hombros con los mismos ojos de pez de la sorpresa, cuando de repente su sonrisa se extendió tan amplia que esas ojeras debajo de sus ojos por los malos sueños que había pasado desaparecieron en un instante, casi como si fuera magia. Abrazó con mucha más fuerza de antes a la peli naranja, llegando incluso a agitarla un poco al tenerla sostenida de los hombros una vez más, llena de alegría.

– ¡No hay tiempo que perder! ¿Crees que podría verlos ahora? Apuesto que no es muy temprano, deben estar levantados. ¡Solo espero que no sea muy tarde para ver a tus hijas antes de la escuela! – La emoción no la dejó pensar en nada más, así que se alejó rápidamente para buscar una nueva muda de ropa para cambiarse de una vez esa bata color crema que tenía encima durante todo ese rato, el cual, curiosamente, parecía ser lo que le detenía de abrir el observatorio, ya que era un poco tarde ya para que iniciara el trabajo.

por **Shadow Shayker** Dom Ago 04, 2013 5:03 pm

No me sorprendió verla ilusionada por conocer a mis hijas. Pero Jefferson era un poco reticente a conocer gente nueva a veces, y prefería que lo conociese en otro momento. Y Grace tenía que ir a clase, al igual que yo. Sin embargo, podría conocer a Lucrezia. Ella no tenía mucho que hacer a lo largo del día, y a veces la veía muy sola.

_ Puedo presentarte a Lucrezia. Creo que te caerá bien._ Le dije, sonriendo un poco. La familia era lo más importante, ahora lo sabía. Y Rosalina debía saberlo también. Se sentía vacía porque estaba sola, porque nadie estaba a su lado para cuidarla y apoyarla. Nadie aparte de mí misma, por supuesto._ Es un poco liberal, pero tiene la cabeza bien amueblada.

Una parte de mí sentía miedo por aquello, pero tenía claro que si quería que las cosas saliesen bien, tendría que darle a Lucrezia mi confianza alguna vez, puesto que necesitaba saber que la quería y la respetaba, ya que de lo contrario volvería a las andadas.

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