[YRS II] Luchando en las tinieblas (Ariadne)

por **James S. Nolan** Jue Jul 18, 2013 12:38 am

Banda sonora

Aquel día no era igual que los demás. Esta vez había luz al final del túnel, en sentido literal. Podía ver una salida, la misma que los monstruos cruzaban. No sabía si me llevaría a mi reino, pero cualquier sitio sería mejor que aquel, y quizás, sólo quizás, podría volver a ver a mi Odette. Ese tenue pensamiento fue el que me dio el valor para adentrarme en aquella puerta.

Me encontraba en un bosque, que desconocía si era o no parte de mi reino. Sin embargo, lo que me había llevado a seguir, a pesar de todo, era el deseo de volver a verla. Aunque con lo que no contaba era que aquellas criaturas, que se habían acostumbrado a ignorarme, me atacasen otra vez al cruzar la puerta que me había dado las esperanzas.

_ ¡No moriré hoy! ¡No antes de volver a ver a Odette!_ Exclamé, desenvainando mi espada y golpeando al primero de ellos. No sabía cuánto iba a aguantar, pero tenía claro que si moría, sería luchando por volver a ver a mi amada, no rindiéndome ante la adversidad_ Puedo... detener... a cualquier adversario... que se me presente.

por **Ariadne Ferrara** Jue Jul 18, 2013 9:06 pm

No perdí ni un segundo, en el momento que mi funesta prima desapareció, me dispuse a adentrarme en lo mas profundo del bosque, lo mas lejos que pudiera, necesitaba estar a solas conmigo misma durante unos cuantos minutos para volver a ponerme en consonancia, en tranquilizarme para disponerme a ayudar al resto. Quizás Arciria quisiera que espiara para ella, pero no me iba a impedir que ayudara a los que me importaban. Mientras caminaba, no pude evitar fijarme en algo que me pareció muy extraño, las criaturas que salían por todos lados, se apartaban en el momento en que me acercaba. Era extraño, pero no quería pensar en ello, no quería pensar en nada, sabía que si esas criaturas estaban aquí era debido a que Arciria me había utilizado para que su hechizo funcionara, me sentía sucia y utilizada y era algo que no me gustaba lo mas mínimo.

De repente, una voz que reconocería entre miles me sacó de mis pensamientos, una voz que había temido no oír de nuevo. Sin dudarlo lo mas mínimo, eché a correr en la dirección en la que la había oído olvidando completamente mi aspecto, en que la coleta en la que había recogido el pelo se me había medio deshecho y de las funestas intenciones de mi prima, ahora nada mismo podía impedir que hiciera lo que realmente deseaba y era correr en busca de esa voz. En cuando llegué me quedé prácticamente congelada al ver la escena, sabía que si hubiera tenido mi corazón este se habría parado del susto también. Sabía, siempre había sabido que se defendía bien con la espada, pero no podía quedarme allí, mirando como esas cosas le atacaban. No por mi culpa. Recordando el hecho de que las que me había encontrado anteriormente se habían apartado al acercarme, tomé una decisión precipitada, y eché a correr sin dudarlo lo mas mínimo hacia él y al llegar hasta él me lancé sin dudar un segundo a sus brazos.

No era un espejismo, era él, era definitivamente él —James, James, oh James —levanté una de mis manos para acariciar lentamente su rostro, no definitivamente no podía estar soñando, pero si lo fuera, tenía mas que seguro que no quería despertar nunca de él— temí no volverte a ver nunca mas —musité aún acariciando su rostro temiendo que fuera otra treta de Arciria y que en cualquier momento se fuera a desvanecer en medio de la bruma— por favor, si es un sueño no permitas que me despierte —suspiré con la respiración entrecortada— no podría soportar perderte de nuevo —podía ser que no tuviera el corazón, pero eso no evitaba que en este momento me sintiera mucho mas viva de lo que me lo había sentido momentos antes de que ella me lo arrancara— te amo —musité mientras me acercaba lentamente a él, dejándome llevar por todo lo que aún sentía a pesar de la situación en la que me encontraba— te amo con toda mi alma —susurré de nuevo mientras mis labios rozaban los suyos antes de besarlos.

por **James S. Nolan** Jue Jul 18, 2013 10:45 pm

Me sentía agotado. La lucha estaba tomando un cariz infame. Cuantas más criaturas derrotaba, más aparecían. Bien sabía que no tenían final, que podrian seguir apareciendo una detrás de otra, por más que eliminara. De hecho, estaba esperando mi muerte cuando la escuché. La única persona por la que merecía la pena seguir luchando.

_ Odette... ¿Eres tú de verdad?_ Hice la pregunta, aunque no era necesario. Reconocía su calor, su aroma. No me importaba que estuviese despeinada y que su atuendo me resultase ridículo. Era mi princesa, la única mujer a la que realmente había amado. Al fin, tras superar las miles de dificultades que nos separaban, estaba con ella, y eso era lo único que me importaba._ Esto no es un sueño. Es real. Y no voy a separarme de ti jamás.

Ahí estaba mi princesa, dulce y tierna. Las criaturas se apartaban en su presencia, y eso me daba el respiro que tanto necesitaba. No me había sentido tan relajado desde hacía muchísimo tiempo. Me dejé caer sobre la hierba, sin soltarla. Sintiendo su respiración, besando sus labios como hacía mucho que no los había besado.

_ Yo también te amo...

por **Ariadne Ferrara** Vie Jul 19, 2013 3:57 pm

El oír de nuevo su voz era como un bálsamo para las heridas, algo que me relajaba y me tranquilizaba dándome la paz que tanto me hacía falta, tanto como su seguridad de que ahora nada nos volvería a separar —me hiciste tanta, tantíssima falta —susurré mientras él se dejaba caer sobre la hierba, sabía que esas cosas no se acercarían pero me temía que en el momento en que me separara de él lo volverían a atacar, algo que tenía mas que seguro que no iba a permitir —mi vida estaba vacía sin ti —le acaricié de nuevo la mejilla mientras le susurraba entre besos— me convertí en un fantasma de mi misma, intenté mantener toda esperanza intacta una vez recuperé mis recuerdos —suspiré de nuevo y negué con la cabeza mientras la coleta deshecha se balanceaba ligeramente— pero finalmente no pude resistirlo y me hundí y el ver a tu hermano gemelo con su esposa terminó de destrozarme —me mordí el labio, después de eso había empezado todo, la conspiración de Arciria para hacer lo que había sucedido y las revelaciones que me había hecho ese día.

Apoyé mi cabeza en su hombro y suspiré de nuevo— nunca te agradecí lo suficiente que el día que me conociste no me clavaras esa flecha —dije con un susurro quedo, sabía lo que iba a decir, por lo que le besé suavemente para silenciarlo y de esa manera explicarle la verdad que había tras todo eso— fue una trampa, una conspiración —susurré enterrando mi rostro en su hombro, incapaz de mirarle— fuiste llevado al lago con la intención de que o bien me mataras o bien me hicieras pedazos el corazón —levanté la mirada y me perdí en la suya sin poder evitarlo— mi vida siempre estuvo a tus manos mi amor —musité antes de besarle de nuevo.

Todo lo que había a nuestro alrededor no hacía mas que difuminarse, como si no hubiera nada mas que nosotros, como si las cosas que le habían estado atacando se hubieran desvanecido en el aire, como si la bruma oscura que nos rodeaba, que lo rodeaba todo se hubiera desvanecido— Arciria... —musité finalmente con la voz queda— mi prima mayor me lo dijo después de que ella... —me mordí el labio dudando. No, no podía decirle que no tenía mi corazón, de que me encontraba completamente bajo el control de la causante de todo esto, de la que era muy probable fuera la causante de que no estuviéramos juntos en el momento en el que la maldición de Regina me había llevado aquí.

por **James S. Nolan** Vie Jul 19, 2013 4:45 pm

Banda sonora

Nunca la había visto tan desesperada. Mencionó algo sobre recuperar recuerdos. ¿Acaso alguien se los había quitado? Debía haberme perdido mucho mientras me encontraba congelado en aquel infierno. Ella habló sobre nuestro encuentro, que al parecer no había sido tan fortuito como yo había considerado por aquel entonces. La miré a los ojos y le acaricié el rosto.

_ Supongo que eso explica porque esa mujer me envió al mismísimo infierno con tal de tenerme alejado de ti._ Susurré, antes de besarla una vez más. Aún me resultaba difícil creer lo que estaba ocurriendo. Aún no me podía creer del todo que fuese tan perfecto. Y cuando dejó aquella frase inconclusa, me di cuenta de que, efectivamente, no lo era._ Ella te arrebató el corazón. Pero no te inquietes porque te prometo que lo recuperaremos.

La cogí de la mano y me puse en pie, aferrando su mano. Sabía que mientras la tocase, aunque fuese sólo la mano, estaríamos a salvo. Tenía que encontrar a aquella mujer y hacerle pagar lo que había hecho. Y eso suponía encontrar a aquella mujer y atravesarle el corazón con una espada.

por **Ariadne Ferrara** Dom Jul 21, 2013 6:50 pm

Suspiré en cuando me di cuenta de que tampoco sabía nada de la maldición que Regina había lanzado, lo que quería decir que él había pasado esos veintiocho años recordándolo todo y esa idea no pudo hacer mas que hacerme pedazos —después de que tú... desaparecieras esa noche. Regina lanzó una maldición, que nos trajo a todos a un mundo sin magia, sin recuerdos y sin finales felices como venganza hacia su hijastra —le empecé a explicar a media voz— fue así, como me convertí en Ariadne Odette Ferrara, una estudiante que por mucho que pudiera llamar la atención masculina nunca mostró el mas mínimo interés por ninguno de ellos, prefería quedarse en casa, encerrada entre cuatro paredes estudiando y entre libros —suspiré y le acaricié la mejilla— en cuando la maldición se rompió pude comprender porqué no tenía ningún interés, a que era debido que el único dueño de mi corazón eras tú —musité soltando un pequeño suspiro antes de besarle de nuevo.

En cuando prometió que lo recuperaría volví a suspirar y le miré— será complicado mi vida —me mordí el labio, temía que si sabía lo que ella me había hecho hacer, el que me había obligado a hacer para salirse con la suya empeorara su opinión sobre mi, pero tampoco podía permanecer callada al respecto— mi vida —dije finalmente en un susurro quedamente mientras buscaba sus ojos con los míos— me siento sucia y utilizada —me mordí el labio— ella me usó para salirse con la suya —agaché la cabeza intentando evitar mirarle— si no fuera por que me usó para sus fines, ahora no estarían todos en peligro. Si hubiera hecho caso de las señales desde el primer momento, esto no habría pasado —suspiré y le abracé— pero a la vez la parte egoísta de mi se alegra que pasara, porqué así fue como te recuperé, como por fin volviste a mi lado —levanté la mirada de nuevo temiendo encontrarme lo peor— ¿soy un ser despreciable? —pregunté con un hilo de voz.

Me encontraba en conflicto conmigo misma, y sabía de sobras que él era el único que podía sacarme de él. Soltando un suspiro negué con la cabeza antes de añadir con otro susurro— puede que ella haya controlado mis acciones y mi cuerpo sin que yo pudiera hacer nada para evitarlo, he intentado resistirme tanto como he podido pero no ha sido suficiente, me convirtió en una marioneta a sus manos —suspiré— no quiero seguir siendo eso, antes preferiría volver a ser un cisne antes de seguir bajo su control ya que eso me esta destrozando a cada segundo que pasa —ahora que él volvía a estar a mi lado había dejado de temer a todo, me sentía a salvo a pesar de que nos encontrábamos en medio del caos y tenía la sensación de que, por muy mal que estuvieran las cosas, todo se iba a solucionar.

por **James S. Nolan** Dom Jul 21, 2013 8:37 pm

Odette me daba tanta información de golpe que me resultaba difícil entenderla y asimilarla. Sin embargo, lo que me quedaba claro era que se sentía culpable, que la habían utilizado. Lo que sentía era una sensación muy humana, y no tenía que avergonzarse de ella. No me extrañaba que se sintiese como se estaba sintiendo. Dudaba que mis sensaciones fuesen distintas a esas si yo pasase por lo que estaba pasando.

_ Calla, de acuerdo. No eres, ni jamás serás un ser despreciable. Eres la persona más generosa que he conocido jamás. Y la simple idea de que puedas ser peor que eso, es absurda. Así que te prohíbo que te martirices más tiempo._ Le dije, dándole otro beso, rodeándola con los brazos. Ambos nos habíamos visto solos, y la sensación había sido horrible._ Ya te lo he dicho, arreglaremos esto, y sufrir mientras tanto no nos ayudará en nada. Estaremos bien.

No me imaginaba el horror que sería perder el corazón y tener que obedecer a pies juntillas las órdenes de una lunática. Un horror así sólo se podía creer cuando tenías la certeza absoluta de ello o cuando, como en mi caso, tu confianza en la persona que tenías delante era absoluta.

por **Ariadne Ferrara** Lun Jul 22, 2013 12:33 pm

Me ruboricé ligeramente ante sus palabras a la vez que me sentí un poco mas ligera y relajada, como si me hubiera quitado un gran peso de encima. Sin dudarlo lo mas mínimo le correspondí al beso mientras le abrazaba, con él cerca me sentía segura, eso era algo que no podía negar de la misma manera que nunca podría negar lo mucho que le amaba y que le había necesitado a mi lado. Era cierto que solo él tenía la habilidad de hacer que me sintiera mejor incluso en la peor de las situaciones cómo lo era ahora mismo.

Le besé de nuevo antes de buscar su mirada con la mía —¿cómo no iba a amarte? —musité finalmente a poca distancia de sus labios— si solo tú me conoces cómo nadie y sabes las mejores maneras para confortarme de forma rápida y efectiva —le acaricié de nuevo la mejilla sonriendole dulcemente— es cierto que quizás todo empezó con una conspiración por parte de mi prima —dije en un susurro— pero desde un inicio vi algo en ti que no había visto en nadie mas —me mordí el labio— por lo que me hace pensar que probablemente igual el que terminara amándote estuviera predestinado —musité quedamente— ella solo hizo que nuestros caminos se cruzaran haciendo que se enlazaran definitiva y completamente —suspiré y le miré, no dudaba ni un poco sobre lo que estaba diciendo, no necesitaba que me lo indicaran para que lo tuviera claro.

Sonreí de forma tenue ante su seguridad y decisión, sabía que él solía conseguir todo aquello que se propusiera, tuviera la dificultad que tuviera y por muy descabellado que pudiera parecerlo como me lo parecía el pretender enfrentarse a Arciria— confío en ti —susurré finalmente haciendo que mis palabras sonaran estables— solo espero que ella no intente que te haga daño alguno a ti, porque eso me destrozaría en mil pedazos —me mordí el labio y observé a nuestro alrededor— quizás deberíamos encontrar al resto —dije finalmente.

Si, quería pasar todo el tiempo que fuera posible con él, pero también era cierto que quería que nadie mas sufriera daños y si podía evitarlo o hacer algo para intentar evitarlo era consciente de que lo haría, pero también tenía muy clara la tendencia temeraria del hombre al que amaba— solo te voy a pedir una cosa mi vida —dije finalmente en un susurro mientras mis ojos se encontraban con los suyos— por favor, no hagas ninguna locura —musité quedamente en un susurro— te necesito vivo para poder vivir —ya había estado sin él y eso me había conducido a encontrarme en la situación que me encontraba en este momento y no estaba a dispuesta a, una vez se solucionara, volver a pasar por ello.

por **James S. Nolan** Mar Jul 23, 2013 2:14 am

Nadie volvería a hacerle daño. Eso era algo de lo que pensaba asegurarme. Y esa mujer recibiría su justo castigo por habernos separado. A fin de cuentas, Odette acababa de decirme que ella tan sólo había sido un peón de nuestro destino ya marcado. Y lo que le había hecho no tenía el menor perdón. Nadie hacía daño a mi prometida y se iba de rositas.

_ Es una buena idea, juntos tendremos mejor baza. Aunque si mi hermano está por la zona no sé cómo se tomará mi aparición. Aún no sabe que sacaste lo mejor de mí._ Dije, mientras me volvía a colocar la espada en el cinturón. La ciudad ya se recortaba en la distancia, y las criaturas parecían haberla dominado, lo que me producía escalofríos._ No te puedo prometer eso, pero te prometo que no voy a morir.

La muerte no era una opción, no ahora que al fin era feliz, no ahora que Había recuperado a mi Odette, y volvíamos a estar juntos. Con esos pensamientos la llevaba el pueblo. Esperaba encontrar a alguien que nos ayudase. Aunque a pesar de todo, no podía evitar detenerme a contemplar tan extraño lugar.

por **Ariadne Ferrara** Vie Ago 02, 2013 12:07 am

Le acaricié suavemente la mejilla y negué con la cabeza ligeramente ante sus palabras —puede que él no lo sepa pero yo lo se y estoy segura de ello —musité con un tono dulce— yo estaré en todo momento a tu lado y me pienso asegurar que nadie ponga en duda lo mucho que cambiaste y lo lejos que te encuentras de ser el que fuiste una vez —eso era algo de lo que estaba mas que segura, no me importaba lo mas mínimo defenderlo frente a cualquier acusación que se pudiera hacer hacia él, yo sabía perfectamente quién era él ahora y eso era lo mas importante de todo.

Eso y que volvía a tenerlo a mi lado, que prometiera que no iba a morir era un paso, ahora solo faltaba asegurarme de que, su temeridad no le empujara a hacer algo que luego pudiéramos lamentar, pero no dije nada al respecto, me sentía demasiado bien sabiéndole allí, conmigo. Sonreí ligeramente al ver la manera en que observaba el lugar y solté una ligera carcajada— te acostumbrarás a ello, te lo prometo —sabía que a él ahora le parecería extraño, y que muy probablemente mi ropa también lo hiciera a pesar del estado que ésta presentaba, ya que por primera vez era consciente de que éso era algo extraño para él— cuándo todo esto termine, yo misma te mostraré todos los lugares y tendremos que hacernos con un... vestuario para ti —antes de que replicara, levanté suavemente mi mano y situé mis dedos encima de sus labios— me encanta como te quedan esas calzas y el jubón, eso no lo dudes lo mas mínimo —suspiré antes de mirarle— pero me temo que aún vamos a tardar bastante en regresar al bosque encantado, por lo que tendremos que quedarnos aquí —suspiré y entrelacé mis dedos con los suyos ya fuera porqué necesitaba tenerlo cerca aunque solo fuera un leve contacto y a la vez.

Era consciente de que ése contacto le mantenía a salvo de todas las criaturas que parecían pulular por ahí— por lo menos estaremos finalmente juntos —musité mientras mis pasos me conducían sin lugar a dudas hacia dónde había estado el ayuntamiento aunque este... bien... este parecía estar realmente distinto de la última vez que lo había visto—pero me temo... mi amor, que antes tendremos que sobrevivir a lo que nos espera allí dentro —sin dudarlo me acerqué un momento besando suavemente sus labios antes de mirarle sabiendo que en su expresión iba a ver su característica determinación— ¿listo mi vida? —pregunté aún sabiendo de sobra la respuesta que iba a darme, aún sabiendo que en pocos momentos íbamos a cruzar esas puertas para enfrentarnos al final de la pesadilla.

Closed
Sigue en la tercera parte de la trama

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