Un viaje distinto...

Remeson? como es que Umi no pude darse cuenta de lo que habia sucedido, talvez el hecho de moverse de un mundo a otro hiciera ue perdiera l nocion del tiempo y el lugar en el que se encontraba...Pero inevitable poder sentir ese movimiento en storybrooke, aquel pequeño pueblo que ya habia visitado un par de veces en donde dehecho vivia, pero solo de vez en cuando me quedaba ahi, movilizarme tanto era muy agotador...

Pequeñas particulas casi como las de la arena del mar se podian distinguir acercandose a la puerta del hospital, al llegar al suelo estas formaron una silueta muy marcada. Mientras caminaba se podia distinguir como la figura de Umi se dibujada hasta quedar completa. Tacones, una blusa Blanca y un short ese era su atuendo, no queria usar nada llamativo solo pasar desapercibido y ya -Quien seras?, Donde estas?...-Buscaba sin sesar a esa energia que le hizo venir hasta aqui para saber que era lo que habia pasado como es que se pudo formar tanto revuelo en este lugar, caminaba por los pasillos, solo caminaba...sabia que sentiria en donde se encontraba y justo ahi se detendria-Porque hiciste todo eso?, Espero poder hacer algo al respecto.... Cuando derrepente sus pasos se detuvieron en una de las puertas de casi el centro-Te encontre-Dio un suspiro profundo, suavemente abrio la puerta, una jovencita de cabellos rubios y tez blanca estaba recostada sobre la cama, esta dormido talvez esto la agoto mucho, o talvez fue que la hirio y esta recuperandose, sea cual sea el caso tendre que esperar que despierte para estar segura de ello...

Había fracasado. Me había derrotado a mí misma al pedir aquel deseo. Desear tener corazón era absurdo, al menos para mí. Nunca lo había necesitado, y no iba a empezar a hacerlo ahora. Sin embargo, aquel calor en mi pecho era agradable, era una sensación que jamás había experimentado. ¿Podría sentir ahora todo el arco de emociones que tanto tiempo se me habían negado?

Abrí los ojos, y me encontré en una habitación de hospital. Lo cierto es que esperaba incluso un ataúd, pero no que me diesen atención médica. Probablemente Discordia habría tenido mucho que ver a la hora de tomar esa decisión. Por más que lo negara, yo le seguía gustando, y no quería tener que renunciar a ella. La necesitaba. ¿Cómo sería feliz sin ella? Si bien me di cuenta de que no estaba sola. Alguien acababa de abordarme con un "Te encontré".

_ Tampoco es que pusiera demasiado empeño en ocultarme._ murmuré con calma, mientras me incorporaba en la cama. La cabeza aún me daba vueltas. La sobredosis de sentimientos que había sentido había podido conmigo. Pero deseé que todo aquello se calmase y así ocurrió._ ¿Has venido a matarme o por algún otro motivo?

Sonrei al notar que lo pimero que pudo decirme que la unica razon po la que habia venido era para asesinarla, Umi no tiene el valor para hacer algo como eso. Me sente al lado de su cama, era esta señorita la causante de ese revuelto? -Me llamo Umi Park y es un gusto conocerte, bueno para ser mas precisa es una sorpresa...sabes que me hiciste viajar mucho para venir a verte?-Preferi, mantener un poco aun en misterio que era una Diosa, pero el hecho de poder movilizarme en tiempo y lugares se lo podria decir-Mientras estaba haciendo mi trabajo por otro mundo pude sentir que aqui estab ocuriendo algo pero no suelo venir si es algo facil de solucionar senti como que unaa energia que nacio pero al cabo de un tiempo comenzo a desvanecer, eso fue extraño asi que decidi a ver que habia ocurrido pero no pense que una señorita podia haber sido la causante de todo esto-Muchas preguntas corrian por mi mente percibia algo extraño en ella no aparentaba ser malvada ni una pizca pero habia esa sensacion de que tenia que estar alerta era la primera vez que la veia cualquier cosa podria pasar-Pero pienso que tu preferirias decirme por tus propias palabas que ha ocurrido-Me mantuve en mi perfil tranquilo y amable mostrandole una sonrisa a ella...

Lo que menos necesitaba ahora era que alguien que no había visto en la vida me echase la charla. Menos aún una mujer de la que sentía tanta pureza. Yo no tenía que dar explicaciones a nadie, ni mucho menos escuchar conversaciones desagradables. Si la cabeza no me estuviese dando vueltas, de hecho, me habría levantado y me habría ido de allí sin más. Pero el mareo era demasiado intenso, eran demasiadas emociones luchando por colocarse en su lugar.

_ Mentiría si dijese que el placer es mutuo. No tengo ningún interés en que ninguna otra diosa se meta en mis asuntos. Si es lo que pretendes, haz el favor de darte la vuelta._ Repentinamente noté una punzada en el pecho. Si reconocía a las divinidades con tanta facilidades era gracias a Discordia. Y pensar que ella me había rechazado era doloroso._ Puedes preguntar a cualquiera lo que ha pasado, no es ningún secreto. No voy a malgastar mi tiempo en contártelo.

Volví a tumbarme en la cama, esta vez mirando hacia un lado, en una clara señal de que lo que quería era que me dejase en paz. Había perdido, Discordia me había rechazado y lo único que quería era que me dejasen en paz. Aunque tenía bien claro desde el principio que no iban a hacerlo. El dolor era demasiado fuerte para pensar con claridad.

Solte un gran suspiro al ver a esta señorita como es que podia estar tan molesta o talvez herida?-No eh venido a incomodarte ni nada por el estilo solo senti que debia venir a ayudarte, no es normal que ocurra esto solo cuando siento que debo estar alli es cuando vengo-Al parecer poia distinguir o saber que soy una Diosa, si que era interesante-Que sorpresa, veo que has reconocido que soy una Diosa eres la primera que lo sabe sin que antes yo se lo haya dicho-No iva a ser facil que me entregue un poco de su confianza aun mas que sentia esta extraña sensacion de permanecer aqui para ayudarla...Me la quede viendo por unos segundos era mas que obvio que no queria explicarme nada y era obvio tambien que sabia lo que habia ocurrido tan solo queria saber que era loq ue me iva a decir.

Me di la vuelta hacia donde ella se habia girado-Viajar mucho no ah sido en vano, talvez esto pueda ayudarte con tu mareo-Me pare y mirandola al rostro me acerque al suyo, apenas quedando a unos centimetros de distancia-Si me permites...-Cerro los ojos y murmuro-Shulina Esvet...-De una soplido un pequeño brillo de color aguamarina acaricio la cabeza de la joven...

Mi especialidad son las artes curativas, eh pasado mucho tiempo con el mundo de los elfos son unas criaturas maravillosas...

¿Pero no le había dicho que me dejase en paz? Lo único que quería era estar sola. El rechazo me dolía en el alma, me dolía como nunca me había dolido nada a causa del corazón que ahora tenía en el pecho. Aunque mi dolor emocional se vio eclipsado por el físico cuando lanzó aquel conjuro. Había ignorado el resto de su palabrería, pero ese ataque no podía ignorarlo. No cuando mi pelo estuvo a punto de prenderse fuego ante su contacto.

_ No te lo voy a repetir. ¡No se te ocurra acercarte a mí!_ Exclamé poniéndome en pie, y sustituyendo la bata que me habían puesto por mi ropa habitual gracias a mi magia. Si bien, al menos el dolor me había despejado la cabeza._ Si me vuelves a poner la mano encima lo lamentarás. No tengo más que desearlo y desaparecerás.

Mis ojos se encendieron. Los objetos de la estancia empezaron a temblar. Mi magia, la que había nacido conmigo, parecía más débil. Pero el poder que había robado, el que por derecho me había pertenecido, se mostraba más fuerte que nunca. Bastaba un deseo. Un deseo para conquistar el mundo. Porque ahora, yo podría mis normas, ahora yo era la guardiana de esos deseos, y no había diosa que pudiese detenerme.

_ Estás advertida.

Como? como es que podia ella tan rapido pararse despues de estar asi de lastimada? que habia pasado con ella? porque esta asi de furiosa? lo unico que pretendi fue ayudarla talvez ayudarla para ella es un error pero no podia dejarla asi...
Hizo que reaccionara parandome unos pasos hacia atras estaba  un poco impresionada, por esa reaccion-pero que es este ambiente? esta sensacion? esos ojos...es imposible...una señorita tan joven no puede estar...completamente de maldad...-Susurro para ella misma, eramos totalmente opuestos yo desbordaba ayuda y vida pero por su lado ella emanaba puro mal.
Me acerque a ella mirandola a los ojos tratando de calmarla-Si bien no te conosco es la primera vez que te veo pero hubo un motivo el que mi hizo venir aqui el cual era acercarme a esa persona del cual empezo a nacer esa energia y permanecer a su lado hasta que esa persona este bien...-La mire defrente un poco temerosa, poniendome a un paso de ella-y esa persona eres tu...

No pude evitar echarme a reír. Sus palabras eran una broma, una broma pesada. Parecía que no podía hacer nada para que cambiase de idea, aunque quizá si le arrancaba los dientes uno por uno, se le quitase de la cabeza la idea de ayudarme. Yo no era precisamente una mujer transigente, y eso pensaba demostrárselo en ese mismo momento. Ante sus últimas palabras, su insistencia en ayudarme, yo bufé y le lancé un relámpago al brazo, convirtiéndolo en una roca.

_ Vaya, sí que estoy baja de forma. Pero no importa, para cuando realmente necesite mi magia, estaré preparada._ Dije, con tranquilidad. Aquello había quedado en un aviso, aunque mi intención había sido convertirla en roca por completo. Sonreí, una sonrisa torcida, cruel. Al menos tendría la satisfacción de verla sufrir por tener el miembro hecho de piedra. Era una diosa y podía arreglarlo, claro, pero me preguntaba cuánto tardaría._ Te diré lo que va a pasar ahora. Voy a salir de aquí, y voy a trazar un nuevo plan para acabar con esta ciudad. Y estoy bastante segura de que en eso no vas a ayudarme, así que te vas a quedar aquí.

Si las miradas matasen aquella mujer estaría sufriendo ahora mismo una muerte de lo más agónica. En otras ocasiones mis intenciones podrían haber sido otras, pero lo cierto es que me había cogido en muy mal momento y además la encontraba insufrible. Odiaba que los dioses tratasen de imponerme sus deseos, yo eran o incluso más poderosa que ellos, y pronto lo sería mucho más. Tan sólo me faltaba una pieza del puzzle.

Tenia que ponerme fuerte...pero no me dejaba ni hablar ni siquiera acercarme como iva a lidiar con ella si lo unico en lo que pensaba era en atacar en un momento en que quize acercarme ella ataco mi brazo
Kiaaaa...!!!!!- Hice un pequeño gesto de dolor - Te dije que mi especialidad era la curacion esto no es nada...- Otro soplido y una brisa de color esmeralda esta vez fue la que me ayudo...
Antes de que pudiera salir me acerque a ella parando al frente mirandola -Porque? Quien te hizo daño? Porque tu corazon sufren Todo se puede solucionar no te preocupes no sere una experta pero puedo ser el mejor apoyo de una persona dejame ser algo tuyo, brindame tu amistad...-Me quede viendola aunque algo temerosa intente tocar su rostro con una sonrisaaaa

Aquella mujer debía tener la cabeza hueca, o rellena de serrín. No quería hablar con ella, creía que el concepto era bastante sencillo. Y sin embargo insistía a pesar de mis amenazas y mi ataque. Iba a tener que tomar medidas más drásticas si continuaba con ese plan. Pero estaba llamando demasiado la atención. En el hospital ya se estaban empezando a percatar de mi presencia y no debía faltar nada para que llegase alguien a pedirme explicaciones. Explicaciones que no pensaba dar. No estaba arrepentida de lo que había hecho, es más, estaba orgullosa. Había estado a punto de recuperar a Discordia y aquello merecía una palmadita en la espalda.

_ Mi vida, si es que se la puede llamar de ese modo, no es de tu interés. Aparta de mi camino o te aseguro que te enseñaré mi capacidad para matar dioses. No serías la primera y estoy segura de que tampoco serías la última._ Dije, ya sin cortarme. Cada vez estaba más enfadada y eso hacía salir a mi verdadera yo, al ser despiadado que había sido desde mi nacimiento. A ella no le interesaba esa faceta mía. Esa faceta podía arrasarlo todo. Y si ella se metía en medio lo iba a pagar._ Estas loca si piensas que puedes pararme poniéndote ahí en medio.

Estaba empezando a recobrar fuerzas. El simple resentimiento que sentía la gente hacia mí por lo causado me bastaba para volver a sentirme poderosa, para recuperar mi magia y mis poderes. De hecho, ya me volvía a sentir pletórica. Eso es lo que adoraba de aquellos mundos, proliferaban los sentimientos negativos de los que alimentarme.

Esta señorita solo se podia sentir mas poderosa por ese sentimiento de fastidio, molestia y rencor hacia ella por lo que habia pasado y ella estaba perfectamente conciente de que eso le hacia bien y era mas que notorio que estaba recuperandose...
-No me causa miedo o temor el hecho de que puedas matar Diosas ya estuve muerta una vez y mirame aun sigo aqui...tengo una ventaja paso por ese trecho millones de veces y el hecho de morir sera solo un paseo mas...-Eso no significaba que era inmortal de hecho si tan solo en ese brecho de camino perdia el elixir ya no regresaria mas- Esta bien, no te seguire molestando peroveso no quiere decir q salga de aqui-Comenzaba a darme cuenta que de estas formas talvez nunca comprenderia era preferible hacerlo a su manera o como le plazca...-Lo haremos como te plazca yo solo me quedare sentada aqui...mira...-Me dirige a la silla que estaba al lado de la cama que en algun la tuvo a ella muy bien dormida...

Parecía que por fin había captado el mensaje. En realidad era la primera persona que parecía interesarse en mí desde que había caído aquel hechizo, pero lo cierto es que en ese momento no estaba de humor para conversaciones como aquellas. No estaba preparada, no después de cuanto había sufrido, de cuanto me había pasado. Necesitaba un tiempo de reflección. Necesitaba un nuevo plan, una nueva idea de cómo hacer las cosas. Necesitaba un nuevo punto de vista.

Tenía una venganza pendiente, al margen de todo lo pasado, y no iba a dejarla aparcada. Pero no sabría por donde empezar, pues la persona sobre la que caería mi ira se encontraba demasiado lejos. En un lugar en el que yo no tenía ningún poder. Un lugar al que yo no podía llegar. Pero aquella mujer, aquella diosa, sí que podía llegar.

_ Te encontraré cuando te necesite._ Dije, con más serenidad de la que sentía. Ya me encontraba maquinando ese plan. Pero no podía ir sola, necesitaba a alguien que me acompañase, alguien que sintiese odio, miedo. Necesitaba alguien que me alimentase._ Hasta entonces espero que no me molestes.