Los donuts de chocolate son el mal (Valerya Kane)

por **Jane Sullivan** Vie Ene 17, 2014 3:52 am

Miraba aquel donut con una mezcla de deseo y desprecio. Como Arista jamás había tenido problemas con la comida. Tampoco había tenido que preocuparme por el sobrepeso. Sin embargo, como Jane, la cosa era distinta. Jane era una mujer a la que su aspecto no le importaba en lo más mínimo, y yo estaba pasando factura. Lo cierto es que aquel donut que la sirena no habría tenido ningún problema en rechazar, era una tentación mortal para la abogada. Desde fuera parecería ridículo, desde luego. Una mujer mirando fijamente un donut como si se tratase de un enemigo mortal.

Pero lo cierto es que dentro de mí se estaba produciendo una batalla a muerte entre mis dos personalidades. Por una parte me había prometido que iba a hacer una dieta estricta e iba a conseguir una figura comparable a la que había tenido cuando era Arista. Aunque lo cierto es que era más difícil de lo que pensaba. Como Arista mi belleza era natural, y no tenía que preocuparme de lo que hacía o dejaba de hacer. Seguir una dieta era algo que no encajaba conmigo.

_ Ponme ese donut de ahí._ Pedí, sintiéndome derrotada por la adicta al azúcar que había en mi interior. Me lo llevé a los labios y le di un bocado. Lo cierto es que por un segundo todo mereció la pena. Llevaba una semana a base de lechuga y puedo decir que echaba de menos poder darme algún capricho. A fin de cuentas, me lo merecía. Aunque quizás me decía eso porque estaba sola y deprimida. Aunque quizás sólo me decía eso porque me sentía sola y probablemente..._ Luego me sentiré culpable.

por **Valerya Kane** Vie Ene 17, 2014 12:59 pm

Había cogido casi como costumbre pasarse por Granny's a tomarse una buena taza de café en lo que esperaba que su hijo terminase con las actividades extraescolares. Dos veces en semana tenía artes marciales con Mei Ling, y otras dos tenía clase de piano en el conservatorio. Los viernes solían ir todos juntos, toda la familia, a pasar el día en el bosque o al acuario.

Aquel día Valerya no había llevado a Gray a las actividades, ya que el niño había insistido en acompañar a su tío a hacer un reportaje fotográfico al bosque. Su hermano le había dicho: "no temas, hermanita, el niño estará bien conmigo", a lo que ella había contestado con un bufido y un asentimiento casi obligatorio. Pero eso no quitaba que, estando Max trabajando, fuese a quedarse en casa, para nada, decidió seguir su rutina casi religiosamente. Cogió su abrigo y puso rumbo hacia Granny's.

Esperaba no encontrarse con nadie, porque se conocía lo suficiente como para saber que si pedía café y se encontraba con alguien conocido se pondría a hablar como una cotorra y se olvidaría del café.
Empujó la puerta con suavidad y se encontró de frente con alguien conocido. Como aún no había pedido pues no le importaba, pero sentía la necesidad de hablar con ella, porque se la notaba un tanto preocupada.

-¿Jane? ¿Estás bien?-preguntó, antes de fijarse en que los ojos de Jane no podían separarse de un suculento donut de chocolate, que le hizo la boca agua a Valerya.

No lo hacía por hacer que Jane se sintiese mejor, pero se pidió un donut igual al de ella, junto con su habitual café espumoso. Pudo observar la cara de placer que ponía la abogada, y decidió pegarle ella un real mordisco a su propio dulce, lo que no esperaba eran las palabras que saldrían de la boca de Jane.

-¿Culpable? ¡Venga ya! Espera... ¿es que acaso te has puesto a dieta?-quizá su reacción fue desmedida, pero si había algo que no soportaba era que la gente hiciese dieta, no entraba en su cabeza pasar por todo aquello solo para lucir belleza exterior.

por **Jane Sullivan** Vie Ene 17, 2014 10:19 pm

Había dejado de estar sola pero no me había dado cuenta por mi concentración en el donut de chocolate. Sin embargo el tono de voz de Valerya me había sacado de mi estupor y me había devuelto a la realidad, la realidad de que no podía luchar contra Jane y adicción al azúcar. Aquel Donut podía era maravilloso, el chocolate me hacía sentir contenta, sencillamente no quería dejar de comerlo.

_ Bueno, lo he intentado, pero lo cierto es es superior a mí. No tengo la fuerza de voluntad como para renunciar a mis comidas favoritas._ Me sinceré. No iba a recuperar mi antigua vida así, Jane era una mujer adulta y madura, algo a lo que como Arista no estaba acostumbrada. Antes siempre conseguía lo que quería sin esfuerzo._ Supongo que no estoy hecha para esto.

Sonreí, aunque me sentía triste. Era un desafío demasiado grande para mí. A pesar de mi inteligencia, no había en los libros ningún modo de conseguir fuerza de voluntad para algo que no sabía si realmente quería hacer. Era mi decisión y lo cierto es que no tenía por qué hacérmela. ¿Ser bella de nuevo era realmente tan importante?

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