Un mundo aparte {Daphne H Shanice}

La vida en Storybrooke continuaba igual. O al menos, eso era lo que los ciudadanos pretendían. La magia había vuelto, la maldición se había roto y, con ello, los recuerdos de su verdadera vida habían sido devueltos. Todos intentaban vivir con ello y trataban de mantener la cabeza fría. A la confusión principal, aquella por la que algunos de los habitantes habían decidido armarse con antorchas y rastrillos a la caza de Regina, al más puro estilo medieval, le había seguido la calma. Una calma que no duraría demasiado.


Kristoff todavía no había ido a hablar con Elsa, y tampoco sabía cuándo tendría el valor para ello. Decidió entonces que lo mejor era ir a Granny's, como todas las mañanas, antes del trabajo y tomar un café caliente mientras se mentalizaba mentalmente de que lo mejor era hablar con la Reina de las Nieves cuanto antes. Era la primera vez que entraba en Granny's con su vista recuperada. Siempre había sido asiduo de allí, por lo que algunos clientes frecuentes que ya le conocían se volvieron sorprendidos al verlo sin sus eternas gafas de sol.
-Un café con leche, por favor, Granny -pidió con una sonrisa amable. Mientras esperaba a que le sirvieran, Kristoff se regaló una mirada a los comensales. Para él, la ruptura de la maldición no sólo le había traído de vuelta sus recuerdos, si no también un sentido que había creído perdido. Fue entonces cuando escuchó una voz familiar pidiendo otro café en la barra. La reconoció al instante como la voz de Daphne; una de las bailarinas del conservatorio donde trabajaba. No la había visto nunca, y ahora se daba cuenta de que era una muchacha bonita.
-¿Daphne? -inquirió para asegurarse.