The poisoned apple tree

por **Arciria S. Mills** Vie Mayo 24, 2013 2:22 am

Banda sonora
El árbol de manzanas de mi hermana era fascinante. Puedo sentir la magia brotar a través de él. Era muestra de su poder, de su consciencia. Y la salud que mostraba me daba a entender que la magia de mi hermana estaba libre en todo su esplendor. No entendía qué motivación podía tener para contener un poder tan grande y provechoso.

Estaba sentada bajo él, observando las manzanas, cuando ella apareció, y una sonrisa cínica se dibujó en mi rostro. Era momento de abrir viejas heridas que Regina no había podido cerrar por mucho que lo pretendiese. Todo el mundo tenía dudas aún, a pesar de que tratase de ocultarlo.

_ Os ofrecería una manzana..._ murmuré, agitando la que tenía en mis manos, observándola como un tesoro. Un símbolo de la supremacía de mi hermana, del poder que un día sería mío, de un modo y otro._ Pero después de todo por lo que ambas hemos tenido que pasar creo que sería de mal gusto.

por Invitado Lun Jun 24, 2013 8:19 pm

Que Regina me hubiera pedido que pasara a visitarla no era algo que me hubiera extrañado excesivamente, no después de que finalmente hubiéramos anclado todas las diferencias que habían habido entre nosotras desde el momento en que se enteró de que el hombre que había amado había muerto porqué le había dicho a Cora que planeaba fugarse para casarse con él... la persecución y los intentos de matarme y de destrozar mi vida como yo había destrozado la suya no habían cesado en muchos años. Pero, finalmente... eso había cambiado, tenía fe de que realmente ella había cambiado y que ahora que todos volvíamos a estar juntos las cosas definitivamente podrían mejorar. Si, no estábamos en el bosque encantado, pero estábamos juntos y eso era lo que importaba. Después de todas las dificultades que habíamos pasado había recuperado tanto a mi marido como a mi hija, juntamente con un nieto y con Regina dispuesta a que las cosas fueran a mejor, a demostrar que podía cambiar y que podía volver a ser la persona que había conocido cuando era pequeña. Si, definitivamente, no podía pedir mas, por mucho que deseara volver al bosque encantado aquí tenía aquello que era mucho mas importante: aquellos a los que quería y la oportunidad de seguir con mi vida juntamente con ellos.

Con una ligera sonrisa en los labios, terminé de recoger mis cosas de encima de la mesa de mi clase, antes de disponerme a pasar por casa antes de ir al encuentro de Regina. Mientras dejaba las cosas encima de la encimera de mi apartamento le eché una rápida mirada al reloj, aún disponía de unos cuantos minutos para llegar con puntualidad. Al llegar delante de su puerta, observé unos segundos la casa antes de cruzar la verga con decisión hacia la puerta, aunque me desvié a último momento hacia el manzano que siempre había tenido en su jardín al vislumbrarla allí. Me disponía a saludarla cuando me mostró la manzana que sostenía en su mano y sus palabras me sorprendieron durante unos instantes antes de que pudiera reaccionar —buenas tardes Regina —dije finalmente para luego negar ligeramente con la cabeza— dejé de comer manzanas hace mucho, así que aunque me la ofrecieras me temo que tendría que decir que no —a pesar que seguía un poco confusa por la indirecta bastante... directa... que representaba la manzana en nuestro pasado intenté mostrar lo mas mínimo esa confusión— ¿de que era de lo que querías hablar conmigo con tanta urgencia? —le pregunté, sin irme por las ramas ni dando ningún rodeo, yendo directamente a aquello que me había traído hasta aquí antes de que ni Charming ni Emma hubieran terminado de trabajar, pero... teniendo en cuenta que estábamos en paz, nada tenía porque salir mal ¿no?

por **Arciria S. Mills** Lun Jun 24, 2013 10:58 pm

¿Por qué iba a querer Regina ver a Blanca? Las cerillas me dejaban claro que sólo podía haber un motivo. Me levanté de mi sitio, aún con la manzana en la mano, y me quedé mirando la fruta unos instantes antes de hablar, como si realmente estuviera pensando detenidamente en las palabras que iba a decir.

_ Estoy inquieta con respecto a Henry. Últimamente siento que no le veo tanto como me gustaría._ Si llegaba a él, y le hería, estaba segura de que destrozaría el corazón de Regina. La encontraría débil, y entonces podría arrastrarla a mi lado, y juntas las tres podríamos hacernos con Storybrooke._ Creo que me lo merezco después de lo que hemos pasado.

Procuré que mi tono sonase lo más envenenado posible, que mis ojos brillaran con malicia. Dejé caer la manzana al suelo. Quería ver el terror en sus ojos, que volviese a odiarme, a temerme. Que se diese cuenta de que Regina no podía cambiar, y que lo que estaba haciendo era un esfuerzo inútil.

por Invitado Dom Ago 25, 2013 7:21 pm

La miré fijamente sintiéndome enormemente sorprendida por las palabras que estaba diciendo. ¿Acaso todo lo que habíamos hablado anteriormente en su despacho no había significado nada? No, no quería creerme que eso había sido una farsa, tenía que haber alguna explicación factible para ello. Regina no hubiera ido a la fiesta de celebración de la rotura de la maldición y hubiera pedido disculpas públicamente si de verdad no deseaba cambiar. No, definitivamente había algo que no encajaba, como si me faltara una pieza para que el puzzle estuviera completamente claro.

Pero no estaba dispuesta a desconfiar de ella, no ahora que las cosas solo podían ir a mejor, ella merecía otra oportunidad y yo estaba mas que dispuesta a dársela —sabes que puedes verlo siempre que quieras, siempre que él lo quiera —negué suavemente con la cabeza— es Henry quién decide el tiempo que quiere pasar contigo Regina, ninguno de nosotros se lo impide —hice uso de todo mi aplomo en el momento en que dejó caer la manzana en el suelo, sabía que otra persona en mi lugar habría echado a correr y se habría rendido con ella, pero yo no lo iba a hacer.

No ahora que había hecho ese paso hacia el lado de la bondad— no entiendo el motivo de tu actitud actual Regina, no entiendo porqué estas usando ese tono de voz conmigo, pero decidí darte una nueva oportunidad y es lo que pienso hacer —intenté que mi voz sonara lo mas firme posible y sin el menor atisbo de duda. Algo tenía que estar pasándole, no podía evitar recordar ese momento en que el pasado estuve a punto de perdonarla, de hacer las paces con ella, pero había cambiado de opinión al ver la última de sus masacres. Por eso mismo, ahora intentaría llegar hasta el fondo antes de juzgar— todos hemos pasado malos momentos, y se que tú también lo has hecho, se que estás haciendo un gran esfuerzo para mejorar, para volver a ser la que fuiste, a la que conocí y es algo que valoro muchíssimo —a pesar de mis palabras, en ningún momento me acerqué mas de la cuenta, y seguía completamente en guardia.

No sabía lo que era, pero había algo en ella que no me gustaba, había algo, algo que me resultaba extraño, como si algo se me estuviera pasando por alto, y sabía que ese algo era la pieza que me faltaba, la pieza que necesitaba para saber porqué su actitud me parecía tan extraña, porqué no me inspiraba la mas mínima confianza a pesar de que mis ojos me decían que era Regina. Pero aún no sabía que era exactamente lo que estaba buscando, pero tenía la certeza de que, tarde o temprano, lo descubriría, solo esperaba que fuera mas temprano que tarde, antes de que fuera... demasiado tarde para evitarlo.

por **Arciria S. Mills** Dom Ago 25, 2013 9:16 pm

Siempre tan comprensiva, tan estúpida, me temía que iba a tener que ser más directa. Di un paso y destrocé la manzana con el tacón, aunque estaba más que dispuesta a clavárselo en un ojo, lo que me daría la razón. A pesar de todo me conformé con alzar la mano y lanzarla por los aires. Estaba enfadada, porque no había forma de acelerar las cosas.

_ ¿Y quién eres tú para darme más oportunidades? Estoy cansada de este teatro de marionetas que quieres dirigir._ Le espeté, presa de la rabia. Si Regina no había sido capaz de matarla, yo iba a serlo. Y con la muerte de Blancanieves sentenciaría a mi hermana por toda la eternidad._ No quiero tu oportunidad, ni esas falsas palabras que tú y tus amigos me dedicáis.

No la dejé levantarse, apoyé el tacón manchado de manzana en su pecho, ignorante de que ese gesto no era propio de mi hermana, y mucho menos el acercarse y expresar la sonrisa que expresé, mucho más burda y animal que la de ella. Terminé por sujetarla con las manos y las rodillas, casi tumbada sobre ella.

por Invitado Dom Sep 01, 2013 5:50 pm

La sorpresa por su actitud y por salir despedida por los aires me duró solo unos momentos, los suficientes como para darme cuenta de lo que había estado presintiendo desde un inicio: la que se encontraba delante de mi, o mas bien encima, no era Regina. Eso solo podía significar que ese alguien quería manchar el trabajo que estaba haciendo, que quería desprestigiarla y hacer que todo el mundo le diera de nuevo la espalda, y eso era algo que no podía permitir de ninguna de las maneras.

La miré fijamente, si, su aspecto podía ser idéntico al de Regina, pero no había nada de la verdadera Regina en ella, todo era oscuridad, maldad y rabia. Respirando a duras penas por el tacón que tenía clavado en mi pecho, entrecerré los ojos y busqué mi voz —tú no eres Regina —dije al final con la voz firme— por mucho que intentes suplantarla y hacerte pasar por ella, tarde o temprano te delatarás a ti misma —ahora no tenía ninguna duda de qué era lo que tramaba, cuál era el motivo para el que me había hecho venir aquí a una hora tan... extraña: quería aprovechar que Regina probablemente estaría en el ayuntamiento para poder hacerse pasar por ella.

Y casi lo había logrado, pero habían habido cosas que la habían delatado— no se quién eres, ni de dónde has sacado todo lo que sabes ni lo que pretendes, pero no vas a salirte con la tuya —negué con la cabeza con toda la tranquilidad de la que fui capaz— no vas a engañar al pueblo con el solo hecho de parecerte, extrañamente, a ella —dije con toda la calma posible— no vas a conseguir nada —no sabía aún como me las iba a ingeniar, pero tenía que salir de esa situación, tenía que librarme y salir de allí lo mas pronto posible para hacer saber que había una farsante que estaba intentando suplantar a Regina.

Tenía que avisar a la misma Regina que había una copia suya intentando desprestigiarla— no conseguirás que la vuelvan a mirar de la misma manera que antes, ella ha cambiado y nada podrá evitar eso —sabía que me encontraba en bastante desventaja, pero aún así no podía rendirme, no podía dejar que las cosas volvieran a cómo habían sido ahora que todo había conseguido un equilibrio, una calma que no había existido en muchos años. No ahora que todos estábamos de nuevo juntos y finalmente la familia se había reunido de nuevo, no ahora que todo parecía ir a mejor. Definitivamente no se podía dejar que, esa mujer que se estaba haciendo pasar por Regina la armase, estaba segura, de que no había sido a la única a la que había engañado con ello.

por **Arciria S. Mills** Dom Sep 01, 2013 8:01 pm

Mi rabia me había delatado. Pero eso no me importaba a estas alturas. Todo el mundo daría por perdida a mi hermana cuando le arrancase el corazón a Blancanieves y lo estrujase. Un gesto que todos y cada uno de los habitantes de Storybrooke achacarían a la malvada reina que mi hermana había sido y que, en su interior, seguía siendo.

_ Has dado una de dos, no está mal princesa._ Dije, mientras rodeaba su cuello con mis manos, como si pretendiese romperlo. Pero eso no encajaba con el tipo de asesinato que mi hermana realizaría, por lo que no terminé de ahogarla. Con calma me acerqué a su oído y susurré._ Pero te equivocas al pensar que no conseguiré que la gente vuelva a mi querida hermana como realmente es. Y entonces, ella misma tendrá que aceptarlo. Y juntas quemaremos esta ciudad como una familia.

Una sonrisa cínica apareció en mi rostro al tiempo que llevaba la mano al pecho de la princesa. Lo ideal sería unirlo a mi amplia colección, pero Regina no haría eso, por lo que tendría que conformarme con aplastarlo y dejar un montón de polvo sobre ese rostro.

_ ¿Con qué palabras os despedís, princesa?

por Invitado Dom Oct 06, 2013 7:16 pm

Tenia que pensar, y hacerlo rápidamente, tenía que conseguir la manera adecuada de poder sortearla, si había podido evitar que Regina me matara durante años, no veía como no iba a poder conseguirlo con ella. La miré con fijeza y fruncí ligeramente el ceño mientras mi mente buscaba con rapidez la solución —no lo conseguirás —dije finalmente— ésta no es ni será nunca la manera de hacer las cosas, si lo que quieres es tener una familia, nunca, nunca vas a conseguirlo de esa manera —no sabía si había dado o no en el flanco, pero no podía estar imaginándome el gran interés que tenía de volver a Regina a tal y cómo había sido

—podrás matarme, pero de esa manera no vas a conseguir ensuciar la reputación de Regina— no, desde la maldición había quedado mas que claro que sus métodos no eran para nada similares a lo que pretendía hacer— lo último que haría ahora Regina sería arrancarme el corazón, tiene maneras mas efectivas para conseguir sus propósitos sin que sean tan obvias... —negué con la cabeza como pude— ¿de veras crees que es tan idiota como para dejar pistas claras sobre que ha sido ella? Entonces está mas que claro que no la conoces tan bien como crees que lo haces en realidad —no, definitivamente en la situación actual la antigua Regina habría encontrado la manera de hacer pagar a otro por ello, a alguien a quién tampoco pudiera ver, pero todo eso se había acabado, ponía la mano en el fuego sobre que ella había cambiado para siempre y que nada ni nadie la haría cambiar ahora

—además, por si no lo sabes, ella va a llegar en nada y entonces habrás fracasado con tus planes, y todos estarán sobre aviso de que alguien intenta hacerse pasar por Regina —solo podía esperar estar en lo cierto, de que Regina se encontrara ahora mismo de camino hacia su casa, porqué esa podría ser una de mis últimas bazas, pero aún así, no estaba para nada dispuesta a rendirme... no aún, no sin mostrar toda la resistencia que fuera capaz de dar a pesar de estar en clara desventaja

—sería mejor que te replantearas como hacer las cosas, Regina nunca va a ser tan chapucera, ni tan obvia como pretendes serlo tu —ahora solo podía esperar a que funcionara, puesto que en la situación en la que me encontraba, pensar en moverme o en algún enfrentamiento físico era realmente imposible, ella tenía la ventaja absoluta en ese ámbito y lo sabía, ni siquiera si hubiera tenido conmigo mi arco hubiera podido hacer nada. Manteniendo la calma y la mirada fija mi mente se trasladó rápidamente hacia mis seres queridos, sabía que de fracasar no dejarían que quedara sin mas, pero temía sinceramente que ella lograra sus planes y consiguiera devaluar a Regina tal y como pretendía cuando en realidad no merecía que intentaran hacerle eso cuando no tendría la culpa de nada de lo que había pasado en su jardín y por lo que la acusarían si no convencía a la hermana.

por **Arciria S. Mills** Dom Oct 06, 2013 11:09 pm

Quería destrozarla, hacer trizas su rostro y comerme su corazón. Pero tenía razón, Regina no actuaría así. Aunque llegados a este punto lo que debía preocuparme era si aquello me importaba. Verla morir sería terriblemente divertido. El dolor en los rostros de sus seres queridos sería una sensación maravillosa. Pero por otra parte, podía jugar a mi favor.

_ Sabía que era una mujer extraordinaria. Hasta sus enemigos ensalsan sus virtudes. _ Dije, mientras mantenía mi posición aventajada. Una sonrisa perversa adornaba mis labios, mientras el cabello me tapaba parte del rostro._ Su lugar está en el trono, al igual que el mío. No voy a dejar que la sigáis pisoteando y haciendo que olvide su ambición.

Sin embargo no podía marcharme sin dejar mi marca personal en aquel asunto. Llevé mi uña a su cuello y con un gesto le hice un corte y me aparté rápidamente. Para cuando quiso darse cuenta, había desaparecido de su vista.

por Invitado Vie Oct 18, 2013 8:00 pm

Suspiré llevando una mano a mi cuello después de que ella desapareciera, notaba bastante en dónde me había arañado, lentamente me incorporé poco a poco antes de volver a acariciarme el lugar en dónde había dejado la marca. Negué con la cabeza pensativa, esto se había puesto realmente feo y la única opción que quedaba era avisar a Regina, para que ésta pudiera hacer algo al respecto, ahora que las cosas entre nosotras en realidad estaban bien, por mucho que la que era su gemela hubiera intentado perjudicarlo, hubiera intentado que pensara que era ella, por mucho que había intentado matarme para cargarle el muerto a ella. Tenía que hacer algo al respecto, algo que mientras estuviera en mis manos haría todo lo posible para evitarlo, no iba a dejar que nadie destruyera todo el trabajo, todo lo que se había esforzado para conseguir la aprobación de la población, no se podía permitir que ahora viniera alguien a destruirlo.

Como pude me levanté y me quité el polvo sobre mis ropas al haber estado en el suelo. Ahora no podía ir en busca de Regina, no quería interrumpirla ahora y se me estaba haciendo tarde y quería arreglarme antes de que llegara nadie a casa, no iba a permitir que se preocuparan cuando estaba bien, cuando había salido ilesa del enfrentamiento con la falsa Regina. No, no era cuestión de preocuparles y alarmarles cuando no había motivos, les conocía suficiente como para saber que se preocuparían en exceso y eso no era algo que quisiera que pasara. Al llegar a casa me dirigí a toda prisa al baño, y me metí en la ducha para quitar todo el polvo y suciedad de encima antes de cambiarme y mirarme al espejo, el arañazo no tenía la mejor de las pintas, si no que incluso parecía ser el arañazo de un gato, pero probablemente se podría ocultar con un poco de maquillaje.

Quizás si llevara el cabello largo podría esconder con facilidad el mismo, pero ahora no podía hacerlo, solo tenía la opción del maquillaje para impedir que se preocuparan: estaba bien, estaba entera y eso era lo verdadero importante, ahora me preocuparía de que las cosas en cuando regresara mi familia estuvieran en completo orden y a la mañana siguiente tendría que hablar con Regina para informarla de lo que estaba pasando.

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